Los proveedores de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), a los que la compañía debe 7.000 millones de dólares, han decidido creer las promesas del nuevo presidente de la empresa, José Antonio González Anaya, y confían en que cobrarán sus deudas. Los proveedores de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), a los que la compañía debe 7.000 millones de dólares, han decidido creer las promesas del nuevo presidente de la empresa, José Antonio González Anaya, y confían en que cobrarán sus deudas.
Hace unos días, González Anaya anunció que había abierto una línea de crédito por 147.000 millones de pesos (o 8.200 millones de dólares) para pagar el 90% de sus compromisos y hacer frente a otros gastos. El acuerdo, alcanzado con la banca de desarrollo mexicana (Banobras, Bancomext y Nafinsa) supone pagar a los proveedores con deudas de entre 80 y 85 millones de pesos (unos 4,4 y 4,7 millones de dólares).
Con lo que los acreedores parecen bastante satisfechos. El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo (Amipe), Erik Lagorreta, y de la que forman parte en torno a 3.000 proveedores así lo ha asegurado en una entrevista telefónica con Bloomberg.
La medida “envía una señal de estabilidad y confianza para el sector, que ha estado muy nervioso. Los miembros de la industria ahora tienen la confianza y la seguridad que los pagos se realizarán en el tiempo estipulado” y no es la única que se ha tomado desde la empresa estatal.
Desde el Gobierno de Enrique Peña Nieto, quien destituyó al antecesor de González Anaya, Emilio Lozoya, ha anunciado que están llevando a cabo un plan de capitalización para la compañía estatal. De hecho, Luis Vildegaray, el secretario de Hacienda mexicano, ha anunciado que Pemex y el Ejecutivo trabajan muy de cerca para “poner en orden el pago a proveedores”.
