No es un buen momento para las compañías energéticas de México. Por un lado, la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha presentado sus peores resultados en diez años y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha duplicado sus pérdidas en relación al año precedente. No es un buen momento para las compañías energéticas de México. Por un lado, la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha presentado sus peores resultados en diez años y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha duplicado sus pérdidas en relación al año precedente.
Pemex ha sido un quebradero para el Gobierno desde hace meses, ha habido recortes, despidos y todo un sinfín de inconvenientes que ha heredado el nuevo presidente de la petrolera José Antonio González. A todo ello se suma su informe de resultados de 2015, que recogen diversos medios tanto latinoamericanos como internacionales, en el que la compañía ha reconocido pérdidas por 168.000 millones de pesos, unos 9.180 millones de dólares para el último cuatrimestre del año pasado.
En total, en todo el año pasado las pérdidas totales fueron de 30.000 millones de dólares, lo que viene a ser el doble de la caída registrada el año precedente. Así las cosas, González ha anunciado el recorte de 100.000 barriles diarios en su producción y ajustes en el presupuesto de la empresa por valor de unos 5.000 millones de dólares.
La crisis del petróleo ha golpeado duro a la compañía y la mezcla mexicana de exportación (MME), aunque según la empresa, Pemex sigue adelante. Lo mismo que la reforma energética del Gobierno. Hace unos días el presidente Enrique Peña Nieto aprovechó la recepción del premio IHS Ceraweek Global Energy Lifetime Archivement Award para anunciar los nuevos pasos a tomar.
Estos son la cuarta licitación de la Ronda Uno de los yacimientos de exploración de aguas profundas en el Golfo de México, la posibilidad de que cualquier empresa pueda importar gasolina y diésel mexicano y la convocación de la licitación de la primera línea de la transmisión con participación privada por parte de la CFE.
Precisamente la CFE tampoco se encuentra en su momento más boyante, pues ha duplicado su pérdida neta actual al cierre del año pasado en comparación con el año precedente, alcanzando un saldo negativo de 93.912 millones de pesos (o 5.154 millones de dólares). Los ingresos, por su parte cayeron un 7,9% hasta los 306.864 millones de pesos (o 16.838 millones de dólares), lo que ha tenido que ver con la disminución de las tarifas eléctricas.
