Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Nicolás Maduro anuncia subidas en el precio de la gasolina

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela

Para el chavismo toda decisión económica es política y debe tener algún filón “social” para ser explotado. Eso podría pasar ahora también con el alza de la gasolina. Ya el Gobierno se convenció y asegura que el pueblo también está de acuerdo. Para el chavismo toda decisión económica es política y debe tener algún filón “social” para ser explotado. Eso podría pasar ahora también con el alza de la gasolina. Ya el Gobierno se convenció y asegura que el pueblo también está de acuerdo. Lo que se sabe hasta ahora es que la mejor gasolina –o la que se percibe así- será la más cara: quienes tienen carros de modelos recientes pagarán más. La de 91 octanos será la gasolina del pobre, de la masa.

El Presidente ha dicho que viene. Los ministros están de acuerdo. La oposición está de acuerdo. Los economistas lo piden desde hace años. Y ahora el gobierno dice que el pueblo –lo han visto en encuestas, aseguran- ya ha entendido que es una necesidad: hay que aumentar los precios de la gasolina. Pero como en Venezuela las decisiones económicas son también políticas y deben tener un “toque” social, la fórmula será elevar considerablemente la gasolina de 95 octanos y mantener la de 91 en un rango menor. Es lo que se sabe hasta ahora.

Es decir: la de 95 octanos será la gasolina de quien más puede y la de 91 octanos será la gasolina del pueblo. En otras palabras: si tienes un automóvil de modelo reciente, si tienes una camioneta 4×4 es factible suponer que tienes dinero suficiente como para pagar más por la gasolina que mejor se adecua a tu vehículo. Por el contrario, si tu carro ya acumula 8, 10 años, si no has podido cambiarlo a lo largo de estos tiempos de bajón y especulación que ha vivido la industria automotriz, entonces tu presupuesto no será suficiente para mantenerte consumiendo el combustible de mayor calidad.

El planteamiento es, lo han explicado el ministro Luis Salas y el presidente de Pdvsa, Eulogio Del Pino, “desestimular” el consumo del combustible de alto octanaje que es más costoso de producir. Del Pino es ambicioso: aspira a que 70% del parque automotor del país utilice gasolina de 91 octanos. Esta tarde Del Pino estará en la Asamblea Nacional. Algo dirá.

El Gobierno podrá argumentar que la medida –que siempre se asume como impopular- en realidad afecta al más pudiente, que el transporte público no se verá afectado, que esto es consecuencia del progreso súbito que vivió el país gracias a Hugo Chávez y que permitió a todos comprar carro nuevo y elevar el consumo interno de los 477 mil barriles por día de 2003 a los 700 mil de hoy.

Visto de otra manera, el mecanismo de aumento también podría terminar remarcando la brecha social igualando hacia abajo a la mayoría y estableciendo otra gran diferencia a partir del poder de pago.

En una nota de El Mundo Economía y Negocios esta semana algunos expertos especularon sobre cuál sería el precio de la gasolina ideal. Y aunque aventuraron números, reconocieron que se trata de estimaciones hechas casi a ciegas porque no está del todo claro cuánto le cuesta a Venezuela producir gasolina. Allí se cita la advertencia de Rafael Ramírez: el costo el litro de gasolina de 95 octanos es de 2,7 bolívares, lo que se traduce en 28 veces su precio de venta en las estaciones de servicio. Podría ser más que eso, pero partiendo de allí habría que pensar en un incremento que compense la diferencia actual y genere –obviamente- ingresos. O en uno que sea tan elevado que, efectivamente, “desestimule” su consumo y permita exportar los excedentes.

¿Será así? Está por verse. Mientras, hágase la pregunta: ¿cuánto está dispuesto a pagar por la gasolina? Y otra: ¿de cuánto debería ser el aumento?

Más información

Scroll al inicio