Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Opinión

Venezuela y las risas en Cuba

Bandera de Cuba

Cuando aún estaban en marcha las elecciones parlamentarias venezolanas y eran observadas con cien ojos desde esta capital o seguidas “minuto a minuto”, como le dijera en un mensaje a Nicolás Maduro el presidente Raúl Castro, ya el chiste estaba recorriendo cada rincón de la isla. La Habana. Cuando aún estaban en marcha las elecciones parlamentarias venezolanas y eran observadas con cien ojos desde esta capital o seguidas “minuto a minuto”, como le dijera en un mensaje a Nicolás Maduro el presidente Raúl Castro, ya el chiste estaba recorriendo cada rincón de la isla. El uno le preguntaba al otro si tenía lleno de gasolina el tanque del coche y si guardaba a buen resguardo una tanqueta auxiliar con 20 litros. Tal era la crisis que podría avecinarse.

Cuando se conocieron los resultados adversos a las huestes chavistas, el chiste cobró matices de humor negro.

Así han sido las cosas en Cuba a través de todos los tiempos: en los momentos de mayor tensión personal o social, aflora la broma y el choteo.

Medio mundo preocupado por el calentamiento global y aquí la gente también preocupada por el “calentamiento”, pero insular, si a la mayoría derechista parlamentaria venezolana se le ocurre darle la vuelta a la página y reducir o sencillamente eliminar el suministro preferencial de petróleo a Cuba vigente desde la época del difunto Hugo Chávez.

Cuba, su pueblo y gobierno, no están en condiciones de soportar un segundo “período especial” como se le llamó a esa crisis de principios de los 90 cuando desapareció la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y nos quedamos pidiendo el agua por señas y dando pie a iniciativas culinarias que ya son antológicas.

Ha cambiado el país y también sus gentes. Ambas son las razones.

No faltan analistas internacionales que suponen que la debacle venezolana que se avecina forzará a la isla a una suerte de aceleración del proceso de negociaciones con EEUU con algunos que otros gestos de muy variados matices y colores.

No están del todo equivocados, pero me atrevería a pensar que ese no será el propósito del Gobierno porque bajo la manga se tiene guardado un Plan B ante la posible falta del crudo.

Basta repasar las últimas visitas de altos cargos y del propio presidente a países productores; unos algo alejados y otros en extremo cercanos como México.

Suceda lo que suceda, aquí los cubanos al llegar la tarde noche dormirán más tranquilos si el interruptor les devuelve la luz porque los apagones son aves de mal agüero por su retinto color negro.

Más información

Scroll al inicio