“Negarse a ver al país en un modelo moderno, de progreso, de bienestar, de libertad económica, es seguir anclado en una visión dogmática, anacrónica, que no le permite ver los verdaderos problemas del país, ni sus soluciones prácticas” dijo Francisco Martínez. “Negarse a ver al país en un modelo moderno, de progreso, de bienestar, de libertad económica, es seguir anclado en una visión dogmática, anacrónica, que no le permite ver los verdaderos problemas del país, ni sus soluciones prácticas” dijo Francisco Martínez, presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecamaras).
“Abandonemos el discurso y la retórica de la guerra económica” aseveró Martínez en rueda de prensa, acompañado por el presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, y Cipriana Ramos, presidenta de Consecomercio.
“Negarse a ver al país en un modelo moderno, de progreso, de bienestar, de libertad económica, es seguir anclado en una visión dogmática, anacrónica, que no le permite ver los verdaderos problemas del país, ni sus soluciones prácticas” añadió el líder gremial.
El pasado domingo, el presidente de la República reconoció los resultados, pero aseguró que la caída electoral del chavismo fue culpa de la “guerra económica”. En el empresariado interpretan el resultado de la jornada electoral como la manifestación de que “el país decidió por un cambio político, económico y social” que no debe despreciarse. “El país habló y consideramos que hay que escuchar la voz del pueblo”, insistió Martínez.
Destacó que más allá de la “alegría por la democracia” que siente en la institución, la realidad económica es la misma y reclama con urgencia de correctivos. “Exhortamos a una rectificación y a escuchar al país”. Reiteró que debe revisarse el funcionamiento del control de cambio, del control de precios y debe cesar el “ataque” a la propiedad privada.
