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El Yonki

El Yonki

La imaginativa y ‘poderosa’ ‘industria musical privada’ cubana, que aún se mueve en la ‘semiclandestinidad’ ha tomado desde hace tiempo el control de las tendencias juveniles en la isla, gracias al ‘cubatón’, la versión autóctona del ‘reguetón’ y a artistas tan bien peinados como El Yonki. La imaginativa y ‘poderosa’ ‘industria musical privada’ cubana, que aún se mueve en la ‘semiclandestinidad’ ha tomado desde hace tiempo el control de las tendencias juveniles en la isla, gracias al ‘cubatón’, la versión autóctona del ‘reguetón’ y a artistas tan bien peinados como El Yonki.

Criado en los circuitos más calientes del viejo Malecón, Este singular ‘rapero’, de nombre Alejandro Santoya, ha conseguido dar el salto y convertirse también en una inusual en estrella en Miami, ciudad que también ha sucumbido al empuje de ‘La Barba’, su último hit.

El Yonki es quizá el nombre más sonoro de una nueva generación de músicos que impone su ley en las calles habaneras y está lista para intentar dar el salto siguiendo la estela de este pionero. Más allá del ‘reguetón’ de siempre, los nuevos artistas cubanos, inyectan vitaminas caribeñas a la mezcla.

Los hay más revoltosos, como El Happy, más ‘canónicos’, como Chacal & Yakarta, más cotidianos y salseros, como Desiguales, o más clásicos y abolerados como Laritza Bacallao, pero todos ellos representan ahora la nueva frontera musical cubana que se aleja de patrones ‘antiguos’ como las trovas, nueva y vieja.

Vienen con todo incluido. Una nueva forma de vestir y de cortarse el pelo que ‘espanta’ a las generaciones anteriores y cierta conexión con creadores de ‘beats’ europeos y estadounidenses. En especial, de aquellos más innovadores y flamantes que se han subido últimamente a la ola emergente del ‘trap’.

Y llegan también envueltos en polémica. Y despertando algunas sospechas. Hay quien asegura que el destino final de todo el movimiento no es otro que la exportación. Y que gracias las estrellas ‘cubatoneras’ y al deshielo entre Washington y La Habana, la música de la isla reconquistará el mercado latino estadounidense. Un lugar en el que mandaba antes del embargo.

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