La visita del secretario de Estado estadounidense John Kerry a Cuba ha sido un punto de inflexión en el levantamiento del embargo. Aunque no se reunió de modo conjunto con el Gobierno y los disidentes, estos últimos han quedado muy contentos con su encuentro con él. La visita del secretario de Estado estadounidense John Kerry a Cuba ha sido un punto de inflexión en el levantamiento del embargo. Aunque no se reunió de modo conjunto con el Gobierno y los disidentes, estos últimos han quedado muy contentos con su encuentro con él.
Tal ha sido el caso de la periodista Yoani Sánchez, que lejos de sentirse airada por las dos reuniones, la oficial en la Embajada de EEUU en Cuba y la disidente en la residencia del encargado de negocios estadounidense en Cuba, Jeffrey DeLaurentis, ha manifestado en su web de noticias 14 y Medio que el izado de bandera, independientemente de donde haya tenido lugar, ha supuesto un momento histórico para todos los cubanos.
Igualmente, Sánchez ha considerado que el cambio de vertiente es claro, “aquella ecuación, tantas veces repetida, de no permitir la disidencia interna ni la existencia de otros partidos porque el Tío Sam esperaba una muestra de fragilidad para lanzarse sobre la Isla cada vez es más insostenible”, escribía y reconocía que también la oposición debe ser consciente del punto de inflexión y actuar en consecuencia.
Por su parte, José Daniel Ferrer, ex preso político y líder del mayor grupo disidente de la isla caribeña, Unión Patriótica de Cuba, ha compartido el entusiasmo general. “Muchos de nosotros le estamos muy agradecidos por sus comentarios, sobre todo cuando señalaba que la situación mejorará en la isla cuando tengamos una verdadera democracia”.
En cualquier caso, ha considerado también que la represión por parte del Gobierno continúa, no porque “el nuevo régimen vaya a ser peor, sino porque teme perder el poder que tiene”.
Como recoge The New York Times, mientras Kerry se encontraba en La Habana, tuvo lugar en Puerto Rico una reunión de grupos disidentes y exiliados que apoyan las reformas en Cuba. Diversas fueran las conclusiones a las que se llegó en ella, como señala Ricardo Armando Roque, uno de los líderes en el exilio, por ejemplo que la oposición está fragmentada y no cuentan con un líder fuerte.
Muchos disidentes, ha agregado, están de acuerdo con la normalización de las relaciones con EEUU y el levantamiento del embargo. “No podemos seguir viviendo del pasado pero tenemos que mirará atrás para ver los errores que hemos cometido”, ha concretado Roque.
