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El crédito bancario se hunde en Venezuela

Bandera de Venezuela

Cálculos de Econométrica muestran que la cartera total de créditos se contrajo 11% en ‘términos reales’. Sólo en las categorías de crédito comercial y tarjetas de créditos hay ligeros crecimientos. Cálculos de Econométrica muestran que la cartera total de créditos se contrajo 11% en ‘términos reales’. Sólo en las categorías de crédito comercial y tarjetas de créditos hay ligeros crecimientos. Sin embargo, en el caso de las tarjetas de crédito el ritmo de expansión se frenó, lo que anuncia “una pérdida importante en la capacidad de compra de los hogares”. En créditos para vehículos, hipotecarios o agrícolas, el desplome oscila entre 9,5% y 52,3%

Los créditos bancarios se desploman. Aunque las tasas de interés están muy por debajo de la inflación, hay una contracción en casi toda la cartera de créditos, confirmando así la parálisis en algunas áreas económicas y la pérdida de capacidad de compra de los venezolanos.

“Es una realidad que la cartera de créditos se expande nominalmente, pero lo que sucede en el mundo real después de que se ajusta por inflación es un desempeño muy distinto”, señala Econométrica en un reporte enviado esta semana a sus clientes.

Con estimaciones propias de inflación, la consultora muestra el descenso generalizado en la actividad crediticia. “Para mayo de 2015 la cartera total de créditos se contrajo 11% en términos reales”, asegura la firma.

Todas las carteras, a excepción de los créditos comerciales y las tarjetas de créditos, retroceden en términos reales, esto es, al descontarle la inflación. Los créditos al “consumo en cuotas” sufren un bajón de 56,3%, créditos al consumo –que incluye el consumo en cuotas y tarjetas de crédito- descienden 11,2%, un ritmo menor suavizado por el leve crecimiento en la cartera de las tarjetas de crédito.

“Créditos para vehículos extiende su racha de pésimos resultados y retrocedieron 52,3% interanual. Créditos hipotecarios, a microempresarios, agrícolas, al turismo y a la actividad manufacturera también mostraron contracción de 34,7%, 23,2%, 9,5%, 16,7% y 18,1%, respectivamente”, detalla Econométrica.

En varios de esos casos el desplome está asociado a la parálisis que se vive en esos sectores económicos. “Ambas carteras (créditos hipotecarios y vehículos) caen por una combinación de falta de insumos para la fabricación o producción de los bienes finales: carros y viviendas. Encontramos casos similares con sectores deprimidos como el agrícola, el turismo, manufactura y otros”.

En el caso de las tarjetas de crédito el crecimiento en términos reales es de 7,5%, un ritmo que está lejos de la expansión interanual de 40% mostrada en 2014. “A pesar de seguir incrementándose, ahora lo hace a tasas mucho más bajas. De hecho, mayo sería el primer mes que crece a tasa de un solo dígito desde junio de 2012”, se indica en el informe.

Ese dato no es algo menor. Está anunciando que el uso dado por los venezolanos en los últimos meses a las tarjetas de crédito para compensar la pérdida de poder de compra de sus salarios “estaría llegando a su tope”. En otras palabras, “el decrecimiento de esta cartera puede dar una señal clara de una pérdida importante en la capacidad de compra de los hogares, y por tanto un descenso en su calidad de vida”, advierte la consultora.

Se agrega, además, que cuando ocurra la “contracción real” en esa categoría será muestra de la “profundización del deterioro del poder de compra de los hogares”, lo cual tendrá impactos en la actividad de los sectores que no venden productos de primera necesidad.

El crédito comercial apenas creció en términos reales un 0,3% y todo parece indicar que en los próximos meses también sufrirá una contracción, según las proyecciones de Econométrica. “Durante todo 2015 el crecimiento de esta cartera ha sido bastante leve, y muy probablemente se una a la mayoría de los sectores y empiece a decrecer en los próximos meses (…) Los créditos comerciales se mantuvieron en terreno positivo por la necesidad de financiamiento para la formación de inventarios de productos e insumos, más que para la inversión fija, pero esta dinámica pareciera estar cambiando; la actividad comercial parece contagiarse de los graves problemas que sufren las otras actividades mencionadas”.

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