Los aficionados a la música que frecuentan los conciertos en directo conocen perfectamente a Diego Galaz. Un violinista, ante todo, y unas cuantas cosas más, cuya presencia ha dado fuste a los grupos de acompañamiento de artistas como Quique González o Jorge Drexler. Los aficionados a la música que frecuentan los conciertos en directo conocen perfectamente a Diego Galaz. Un violinista, ante todo, y unas cuantas cosas más, cuya presencia ha dado fuste a los grupos de acompañamiento de artistas como Quique González o Jorge Drexler.
Pero, el recorrido de Diego no concluye ahí. Músico inquieto y de alta sensibilidad es capaz de enamorarse a un tiempo de ruidos tan dispares entre sí como los que produce Radiohead, las canciones de Django Reindhart, las ruedas burgalesas o las músicas balcánicas.
Tal amplitud de miras, y capacidad artística, le ha convertido en un animador incansable, enfrascado en causas diversas y compatibles, como el dúo Fetén Fetén, el grupo Zoobazar, o la promoción divulgativa de su colección de instrumentos imposibles.
Además, entre proyecto y proyecto, Diego Galaz ha encontrado tiempo para reunir en un disco, titulado ‘Canciones y Paseos’, una colección de temas muy personales que ha grabado y producido con libertad total, para ofrecer al público otra dimensión, quizá más íntima, de su universo sonoro.
Aunque, por supuesto, en esta colección de canciones se encuentran también los rastros que este músico singular e impredecible ha ido dejando de sí mismo por escenarios y estudios de grabación, por ejemplo, ese virtuosismo singular que está siempre al servicio del tema, y no al contrario, y que en los últimos tiempos resulta tan complicado de encontrar.
En la feliz presentación de este álbum, Galaz se subió al escenario de la sala Clamores, en el corazón del barrio madrileño de Chamberí, acompañado por un verdadero supergrupo.
Estaban allí, nada más y nada menos que su compinche de Fetén Fetén Jorge Arribas al acordeón, Moises Sánchez al piano, Mario Raya a la guitarra, Josete Ordóñez a la mandola, Miguel Rodrigáñez al contrabajo y Virginia Rodrigo, a la percusión. Ya ven, lo mejor de cada casa.
