La permanencia en el tiempo del llamado ‘rock nacional’, ese gran movimiento argentino que ya dura más de cuatro décadas, parece asegurada gracias a la aparición constante de nuevas y personales voces como la que nos trae ahora Manu Hattom. La permanencia en el tiempo del llamado ‘rock nacional’, ese gran movimiento argentino que ya dura más de cuatro décadas, parece asegurada gracias a la aparición constante de nuevas y personales voces como la que nos trae ahora Manu Hattom.
Este cantautor argentino que convoca los espíritus de Sui Generis o Spinetta, a la par que mezcla elementos folklóricos con unas bases potentes y unas guitarras de aliento pop, se encuentra en el inicio de una carrera que parece más que prometedora.
Además, tiene un tono de voz más que particular que también imprime personalidad a un conjunto que, por lo demás, aporta una buena cantidad de melodías frescas y memorables que facilitan la escucha y refuerzan el atractivo de su propuesta sonora.
Su primer y único disco hasta la fecha, ‘Benalmadena Despierta’, aparecido ya hace tres años, llamó la atención de la crítica y los aficionados, a la par que tendió puentes entre España y Argentina, porque el artista compuso sus temas entre ambos países, y la geografía se filtra en los cuidados textos.
Una de sus canciones ‘Congreso’ gozó, además, de la ventaja promocional de formar parte de la banda sonora de una película galardonada del director Luis Fontal, que tenía el mismo título. Circunstancia que también le ayudó a darse a conocer.
En estos días, mientras prepara las canciones de su nuevo disco, Hattom mantiene su actividad sobre los escenarios, acompañado por ‘La Joven Pandilla del Oeste’, un sólido grupo formado por Fernando Duarte, a la guitarra y los coros, Santiago Tassara, teclados y coros, Fabrizio Tursi, en la batería) y Patricio Tulio Viera al bajo.
