Los sindicatos opositores de Argentina siguen con sus críticas al Gobierno de Cristina Fernández. En este caso, ha sido un informe de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Hugo Moyano, que asegura que un tercio de los argentinos es pobre. Los sindicatos opositores de Argentina siguen con sus críticas al Gobierno de Cristina Fernández. En este caso, ha sido un informe de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Hugo Moyano, que asegura que un tercio de los argentinos es pobre.
El sindicato ha considerado, en concreto, que la pobreza ya alcanza al 29% de la población, mientras que la indigencia afectaría al 4,3% de los argentinos. Estos cálculos, como no podría ser de otra manera, están bien lejos de las cifras oficiales pero no tanto de los de la consultora Ecolatina que aseguran que el 27% de la población argentina es pobre y el 10%, indigente.
Según la versión de los sindicatos, doce millones de personas serían incapaces de cubrir sus necesidades y poder llenar su carro de la compra, que cifran en 2.657 pesos mensuales, tal y como recoge Urgente 24.
A través de un comunicado, la central obrera ha señalado todo esto y ha asegurado también que “cuando el ministro de Economía, para evadir su responsabilidad de informar cual es la situación de los pobres en Argentina, expresa que hacerlo es estigmatizar a la gente, hace alarde de un profundo desconocimiento de su responsabilidad. Cuando los ministro que ocupan las carteras relacionadas con el problema de la pobreza ocultan los datos, o lo que es peor, dicen no saber cuántos pobres hay en el país, lo que hacen es no buscar una solución a ese problema”.
Norberto Itzcovic, el director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) ha querido unirse al ministro de Economía, Axel Kicillof, y se ha sumado a sus argumentos al asegurar que “no resulta fácil definir qué es la pobreza” ya que hay diversos parámetros para medirla.
El apoyo de Itzcovic se debe a que el ministro Kicillof había asegurado desconocer cuantos pobres existen en Argentina y hacer calificado la medición de “estigmatizante”, lo que ha generado polémica y críticas por tanto de la oposición.
Además, desde el pasado mes de octubre el Gobierno de Fernández no ha difundido las cifras de la pobreza e indigencia, pero las últimas cifras, de los primeros seis meses de 2013, marcaron un 3,7% de hogares pobres y un 1,5% indigentes.
Todo ello, ha llevado a la CGT opositora a considerar que “es fácil deducir cual es el objetivo del Indec cuando evita elaborar estadísticas que se acerquen a la realidad. Esto no es otra cosa que persistir en hacer invisible lo que la realidad demuestra con un contundente impacto visual: la pobreza no decrece ni se estanca, la pobreza en Argentina ha aumentado”.
