El día 1 de marzo Tabaré Vázquez se convertirá en presidente de Uruguay, de modo que estos días están siendo en el país motivo de agitación y solemnidad, pero también de emoción, pues ha de despedirse al que ha sido uno de los presidentes más queridos de la zona, José, Pepe, Mujica. El día 1 de marzo Tabaré Vázquez se convertirá en presidente de Uruguay, de modo que estos días están siendo en el país motivo de agitación y solemnidad, pero también de emoción, pues ha de despedirse al que ha sido uno de los presidentes más queridos de la zona, José, Pepe, Mujica.
Mujica se va con un gran grado de aceptación, según las últimas encuestas, sobre todo en temas sociales y de vivienda. Aunque no tiene tan buena nota en seguridad.
Evo Morales, el presidente de Bolivia, ha sido el primero en llegar, pues apura las últimas horas del mandato de Mujica para firmar un acuerdo sobre la participación de Bolivia en la construcción de un mega puerto uruguayo en el Atlántico.
Pese al interés que suscita este proyecto, recuerda El País, tiene más un valor simbólico que real, pues este plan es una de las grandes utopías que ha cultivado el mandatario durante su mandato y que no se ha materializado por la falta de sintonía con el Mercado Común del Sur (Mercosur).
En sus primeras horas en Montevideo, Morales ha visitado la sede de la Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración), donde su país tiene abierto un contencioso con Chile entorno a la libre circulación de camiones hacia el Pacífico.
Forma esto parte del conflicto internacional que tiene el país presidido por Michelle Bachelet con Bolivia, aunque ninguno de los dos mandatarios se encontrará en la toma de posesión de Vázquez, pues en representación de Chile acudirá el vicepresidente Rodrigo Peñailillo.
Aunque la ausencia de Bachelet no significará que la reunión no deje de ser un hervidero político, pues está presente el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y la del presidente cubano, Raúl Castro.
Su encuentro supone un gran foco de atención internacional y junto a ellos también estará el actual ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Luis Almagro, como favorito para acceder a la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La despedida de Mujica es un gran acontecimiento, porque el líder del Frente Amplio ha sabido ganarse el cariño internacional. A pesar de su estilo campechano y sus declaraciones polémicas, el exguerrillero tupamaro se ha mantenido dentro de una tradición de la diplomacia uruguaya que combina neutralidad, afirmación de los intereses nacionales frente a las grandes potencias y defensa de la integración americana. Todo un logro según muchos del ‘presidente más pobre del mundo’.
