Quince años de camino recorrido demuestran que la apuesta de Altocamet por la combinación de pop de guitarras y electrónica, ahora el cóctel de moda en Iberoamérica, no es para ellos una opción momentánea a la que han llegado presionados por el ambiente. Quince años de camino recorrido demuestran que la apuesta de Altocamet por la combinación de pop de guitarras y electrónica, ahora el cóctel de moda en Iberoamérica, no es para ellos una opción momentánea a la que han llegado presionados por el ambiente.
En absoluto, este cuarteto argentino empeñado en una larga carrera de fondo, va dejando pruebas de la convicción con la encara el futuro álbum tras álbum. Incluido el último ‘Más Allá’, que presentan estos días en directo.
Hay texturas ochenteras y melodías pop en las canciones de este interesante trabajo. Sin embargo, el universo sonoro que crean Adrían Canú (guitarras, voz y samplers), Fabián Spampinato (bajo), Mariana Monjeau (teclados) y Pedro Moscuzza (batería), no se relaciona demasiado con las múltiples bandas que ahora practican este estilo.
Altocamet transita por el ángulo más oscuro de esta poblada carretera. Por esa zona en la que consiguieron hacerse notar algunos pioneros hoy olvidados como los Ultravox de John Foxx, o incluso, las primeras grabaciones de New Order tras el abrupto final de Joy Division.
Aspirantes a una suerte de misticismo moderno, las letras de la banda, una parte fundamental de su narrativa como grupo, hablan de esos sobresaltos que provocan los choques entre el ser humano y su proyección en un cosmos incomprensible e infinito.
Pero tanta trascendencia no termina por provocar una tormenta sentimental en el oyente. O no del todo. Al final hay buenas dosis de contundencia rítmica en las instrumentaciones. Y si no estamos exactamente ante una música ideal para bailar, sí que encontramos elementos euforizantes en el conjunto. Como siempre, pruébenlo y luego me lo cuentan. A lo mejor les gusta.
