Uruguay ha anunciado que se encuentra a punto de lograr que el 100% de su energía eléctrica provenga de fuentes renovables. Para ello invierte el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) y destaca que cerca del 40% de esa energía limpia viene de energía eólica, solar y biomasa. Uruguay ha anunciado que se encuentra a punto de lograr que el 100% de su energía eléctrica provenga de fuentes renovables. Para ello invierte el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) y destaca que cerca del 40% de esa energía limpia viene de energía eólica, solar y biomasa.
La prensa latinoamericana se hace eco de ello y señala que en el país presidido por José Mujica, el 70% de la carga especial que hoy circula por sus carreteras corresponde a parques eólicos desarmados y paneles solares camino a su destino final, a algún rincón de Uruguay.
Ramón Méndez Galain, director Nacional de Energía, es uno de los principales artífices de esta ‘revolución”. Comenzó con ella en el primer mandato del inminente presidente Tabaré Vázquez y durante el de José Mujica.
Méndez es físico y su discurso se centra en que Uruguay no tiene ni petróleo ni gas y ha usado prácticamente su potencial hidráulico. Aún así, han sido capaces de hacer crecer un 6% su economía mientras intenta reducir su pobreza.
Así lo ha repetido en la Cumbre de Cambio Climático en Lima, donde ha señalado que la escasez de recursos energéticos fósiles no fue un problema para el país. Pues los cuatro principales partidos políticos se pusieron de acuerdo y se comprometieron con una política a largo plazo, La Política Energética de Uruguay que estará vigente hasta 2030.
Estas decisiones ya han recogido sus frutos con el avance de la economía y la caída en la factura eléctrica, que se ha visto reducida un 6%. Ya en 2012, como ha recordado el economista mexicano Tabaré Arroyo, autor del reporte Líderes en Energía Limpia de WWF, Uruguay ocupó el primer lugar de países con más alto porcentaje de PIB invertido en energía renovable. Ahora, en 2014, el país es el primero de Latinoamérica en tasa de crecimiento de las inversiones en energías limpias.
El director Nacional de Energía ha señalado que el secreto es una receta sencilla cuyos ingredientes son una política a largo plazo, el respaldo de todos los partidos, el diálogo entre el sector privado y el público y atraer a los mejores cerebros.
Sobre este último punto Méndez ha explicado que a través de distintos incentivos han sido capaces de multiplicar por diez los investigadores expertos en energía.
