Ella, Celia Mur, es de Granada. El, Hugo Fernández, de México y ambos impulsan el proyecto Amerikanda que surge desde España para el mundo. Un intento de combinar músicas teóricamente alejadas entre sí como el jazz y la canción tradicional latinoamericana en toda su inmensa amplitud Ella, Celia Mur, es de Granada. El, Hugo Fernández, de México y ambos impulsan el proyecto Amerikanda que surge desde España para el mundo. Un intento de combinar músicas teóricamente alejadas entre sí como el jazz y la canción tradicional latinoamericana en toda su inmensa amplitud.
Claro que para dos músicos con raíces tan diferentes la combinación es la norma. De hecho, el coctel que ambos producen se beneficia también de la formación clásica y los melismas flamencos de la voz de Cecilia, la cantante, y de la provechosa estancia de Hugo, el guitarrista, en la muy prestigiosa Universidad de Berklee.
En tiempos como los actuales, cuando las combinaciones de músicas preexistentes parecen ser la norma, es normal que el público tenga cierta prevención ante determinados inventos. Porque no todas las mezclas funcionan. Importan, claro, los ingredientes, pero también la mano, y el cariño, con que los ‘cocineros’ mimen sus platos.
Las dificultades, además, son mayores, cuando el repertorio básico está compuesto por canciones que el público ha conocido en innumerables versiones. Y también cuando la paleta estilística que sirve como punto de partida incluya músicas dispares entre sí como el bolero o la ranchera, cuyas claves, casi ancestrales, parecen claramente marcadas desde hace años.
Pues bien, Amerikanda consiguen salir airosos de la difícil prueba, por la hondura de sus interpretaciones, el respetuoso tratamiento, y la personalidad de estos artistas que logran hacer ‘suyas’ las canciones que interpretan e integrarlas en un universo sonoro, suave, elegante y arrullador, en el que lo ‘antiguo’ y mil veces escuchado, suena absolutamente nuevo.
Durante los próximos días, los Amerikanda darán unos cuantos conciertos en Madrid acompañados por Mariano Steimberg a la batería Toño de Miguel al bajo. Dos cómplices perfectos para el directo. De modo que, como siempre les decimos aquí, aprovechen la ocasión y ‘cacen’ a este dinámico dúo sobre las tablas. Después ya podrán sacar sus propias conclusiones.
