Que el agente que disparó contra Michael Brown, un joven afroamericano de Ferguson, haya salido libre ha desatado una oleada de disturbios en la ciudad, con al menos una docena de incendios, lanzamientos de piedras y destrozos en ventanas y coches que ha desembocado en 29 detenidos. Que el agente que disparó contra Michael Brown, un joven afroamericano de Ferguson, haya salido libre ha desatado una oleada de disturbios en la ciudad, con al menos una docena de incendios, lanzamientos de piedras y destrozos en ventanas y coches que ha desembocado en 29 detenidos.
De esto modo lo recoge el diario El País, haciéndose eco de las palabras de Jon Belmar, jefe de la Policía del condado de Ferguson en Misuri. De hecho, Beldar ha tildado estos altercados de peores que los de la noche de agosto en que murió Brown.
Tras tres meses de deliberaciones, el agente que disparó a Brown, Darren Wilson, ha finalmente no se enfrentará al juicio, puesto que el jurado ha decidido que no presentar cargos contra Wilson al considerar que no hay pruebas para procesarle por el asesinato del joven de 18 años.
Desde la muerte del joven, muchas han sido las protestas que se han producido a lo largo y ancho de EEUU, en algunos lugares más pacíficas que en otras. Aunque muchos han coincido en tildar este suceso como una de las mayores protestas raciales en el país en las últimas décadas.
En el caso de Ferguson, los últimos disturbios se produjeron poco después de que el fiscal del condado de San Luis, Robert McCulloch, explicase durante su comparecencia en la noche del lunes que el jurado, formado por 12 ciudadanos, es el único ente que ha tenido acceso a todas las pruebas sobre cómo murió el joven Brown.
Ante ello, la familia de Michael Brown mostró su decepción y pidió a sus vecinos que empleasen su frustración para contribuir a un cambio positivo y sin utilizar la violencia, aunque el descontento fue más grande que las advertencias de la familia.
Por su parte, el presidente de EEUU, Barack Obama ha pedido a los ciudadanos de Ferguson que no se dejen llevar por su frustración y que acepten esta decisión. En su opinión, tienen derecho a estar tristes por ello, pero les ha pedido que de manifestarse, lo hagan de modo pacífico.
