De aprobarse las dos enmiendas constitucionales sobre temas laborales en la Asamblea Nacional de Ecuador, los sindicatos de trabajadores irán a la huelga. Al menos así lo han asegurado las centrales opositoras, agrupadas en el Frente Unitario de los Trabajadores (FUT). De aprobarse las dos enmiendas constitucionales sobre temas laborales en la Asamblea Nacional de Ecuador, los sindicatos de trabajadores irán a la huelga. Al menos así lo han asegurado las centrales opositoras, agrupadas en el Frente Unitario de los Trabajadores (FUT).
La pretensión del proyecto es incluir a los obreros de las empresas estatales en la misma normativa que rige a la burocracia: la Ley Orgánica de Servicio Público. De llevarse a cabo, los trabajadores ya no estarían amparados bajo el Código del Trabajo, lo que modificaría sus beneficios.
Cabe destacar la contratación colectiva y el derecho a organizarse en sindicatos, que la Ley Orgánica de Servicio Público no contempla. En opinión de Mario Morán, secretario de la Federación de Trabajadores Libres de Pichincha, Fetralpi, estas modificaciones harán que los asalariados pierdan estabilidad laboral además de perder otros beneficios.
Por su parte, Edwin Bedoya, vicepresidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitaria de Trabajadores (Cedocut), ha asegurado que este cambio violaría los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y supondría un retroceso en sus derechos. Además, en su opinión, estas enmiendas suponen una violación de la Carta Política.
Según señala el diario ecuatoriano El Comercio, la marcha de los trabajadores, que podría tener lugar el 19 de noviembre, es solo una muestra del descontento de los asalariados. El propio Bedoya ha afirmado que sería el primer paso, el siguiente será un paso nacional al que se unirán las organizaciones sociales y civiles que los respaldan y tienen sus propias demandas políticas.
