Durante años, el rock mexicano ha aportado a la música popular iberoamericana alguno de sus momentos más brillantes y, parece claro que lo seguirá haciendo en el futuro, gracias al trabajo de bandas como Porter que está a punto de cumplir su primera década sobre el escenario. Durante años, el rock mexicano ha aportado a la música popular iberoamericana alguno de sus momentos más brillantes y, parece claro que lo seguirá haciendo en el futuro, gracias al trabajo de bandas como Porter que está a punto de cumplir su primera década sobre el escenario.
Una trayectoria, accidentada, que comenzó gracias a la ‘ayuda’ de Joselo Rangel, componente de Café Tacuba, uno de los grandes grupos de referencia de este estilo. Rangel promocionó en 2003, la primera maqueta de los incipientes Porter, lo que permitió a la banda realizar sus primeras grabaciones profesionales.
Pero, la banda se disolvió en 2008, tras la realización de ‘Atemahawk’, un prometedor álbum de corte psicodélico, que alcanzó mucha repercusión en el mercado local pero, a la vez desató ciertas diferencias entre el vocalista de la época Juan Carlos Pereda (conocido como Juan Son) y el resto de los miembros del grupo.
Cuatro años después, los cuatro instrumentistas originales del grupo (Fernando de la Huerta, Víctor Valverde, Diego Rangel y Juan Pablo Vázquez) encontraron a un nuevo cantante, David de Velasco, y regresaron a la carretera.
Esta nueva formación es la responsable de ‘Moctezuma’, el nuevo disco de Porter. Un álbum que ha cosechado excelentes críticas y que puede suponer la consolidación definitiva de una de las ‘marcas’ más esperanzadoras de la escena mexicana, cuya desaparición temporal fue muy lamentada por los aficionados.
En ‘Moctezuma’, Los componentes de Porter mantienen las constantes de su estilo potente y electrizante, aunque también amplían su paleta sonara habitual para dar entrada a otras influencias de aliento tradicionales y contemporáneas que refuerzan su marcada personalidad.
