Aunque es un músico extraordinario y un verdadero virtuoso del bajo, no hay nada que le guste más a Pedro Aznar que una buena canción. Con su letra y con su música correspondiente. Aunque es un músico extraordinario y un verdadero virtuoso del bajo, no hay nada que le guste más a Pedro Aznar que una buena canción. Con su letra y con su música correspondiente.
Tal vez esa predilección, que ha marcado su carrera desde hace años, tenga que ver con el hecho de haber dado sus primeros pasos profesionales de la mano de ese gran compositor que se llama Charly García en Serú Girán.
Aunque no es el único tipo ilustre con el que ha colaborado Aznar. Ahí están sus trabajos con grandes como Roger Waters o Pat Metheny, que dan fe de la pericia instrumental de este músico completo.
Pero en su ya larga carrera en solitario, Aznar ha preferido alejarse de los pasajes puramente musicales y adentrarse en otros territorios. Con éxito, desde luego. Como queda demostrado en ‘Mil Noche y un Instante’, su último disco.
Se trata de un excelente álbum en directo, grabado en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, en el que Pedro repasa lo mejor de su trabajo y también presenta algunos temas nuevos compuestos al alimón con la gran Teresa Parodi.
Además, Aznar rinde también un homenaje a la música que le influyó en sus años de formación. A las canciones de los Beatles o del folklore argentino, por ejemplo, sin cuya existencia quizá este enorme músico se hubiera dedicado a cualquier otra cosa.
