El Salvador sigue justificando su decisión de comprar aviones de combate, en medio de las tensiones que vive con Honduras, debido a las reclamaciones territoriales por el Golfo de Fonseca. El Salvador sigue justificando su decisión de comprar aviones de combate, en medio de las tensiones que vive con Honduras, debido a las reclamaciones territoriales por el Golfo de Fonseca.
Aunque parece que las tensiones se han disipado un poco. Los medios de comunicación de la zona han destacado que el Ejército de Nicaragua respeta la compra de diez acciones de combate por parte de el Salvador, pese a que sigue pareciéndoles una amenaza.
El inspector del Ejército de Nicaragua, Adolfo Zepeda ha comentado al diario La Prensa Gráfica que “esta es una cuestión soberana de El Salvador, nosotros somos respetuosos sobre lo que decida”.
El oficial nicaragüense ha agregado que “es necesario para sus propios fines de seguridad y defensa. Si ellos decidieron hacer esas compras, las respetamos”.
Consideró, además que en la Conferencia de las Fuerzas Armadas Centroamericanas (CFAC), de la que son parte El Salvador y Honduras, “todo marcha muy bien” en cuanto al balance razonable de fuerzas.
A pesar de lo que ha comentado Zapeda, en ningún portal de los medios electrónicos de la zona aparece referencia alguna a ello. Sus declaraciones trascienden en momentos en los que los dos países han intensificado la ofensiva diplomática ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El mandatario salvadoreño Mauricio Funes, en su programa ‘Conversando con el Presidente’, ha denunciado la actitud de Honduras en el tema de la compra de aviones y anunció que enviaría una carta ante la ONU.
Por su parte, el presidente hondureño Porfirio Lobo ha reiterado en varias ocasiones que el tema de isla Conejo nunca ha estado en discusión porque se reconoce su soberanía de parte de la Corte Internacional de Justicia.
