Tras el caso de espionaje contra el ex presidente de México, Felipe Calderón, por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha convocado al embajador de EEUU Anthony Wayne para tratar este asunto. Tras el caso de espionaje contra el ex presidente de México, Felipe Calderón, por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha convocado al embajador de EEUU Anthony Wayne para tratar este asunto.
El diario español El País se ha hecho eco de todo esto y ha señalado que el Ejecutivo mexicano se ha tomado su tiempo para mostrar su descontento con su vecino del norte. Otros países, como Francia o Brasil, respondieron (de modo inmediato) con contundencia.
El ministro de Relaciones Exteriores mexicano, José Antonio Meade, fue quien anunció esta medida en Ginebra y la definió como primer paso para mostrar el desacuerdo del país con las acciones de los estadounidenses, además dijo que a su regreso se reunirá con el embajador.
Por su parte, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ha comentado que el presidente mexicano ha ordenado abrir una investigación al respecto para determinar “la posible participación de ciudadanos o funcionarios públicos” en el espionaje al expresidente Calderón.
