El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, cuyo titular es Miguel Ángel Moratinos, ha convocado al embajador cubano en España, Alejandro González, para que explique la “injustificada inadmisión en territorio cubano” del eurodiputado socialista Luiz Yañez. González será recibido por el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo De Laiglesia, mañana a primera hora, según han precisado a Americaeconomica.com fuentes diplomáticas. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación español, cuyo titular es Miguel Ángel Moratinos, ha convocado al embajador cubano en España, Alejandro González, para que explique la “injustificada inadmisión en territorio cubano” del eurodiputado del partido socialista Luiz Yañez. González será recibido por el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo De Laiglesia, mañana a primera hora, según han precisado a Americaeconomica.com fuentes diplomáticas.
El suceso supone el primer desencuentro entre Cuba y España cuando apenas se han cumplido cuatro días desde que el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, ostenta la Presidencia de turno de la Unión Europea. Un mandato de seis meses en el que el Gobierno quería priorizar la relación con la Isla y con Latinoamérica y superar la llamada Posición Común, que fija las reglas de la relación con el régimen castrista, acordada en 1996.
Yañez, presidente de la Delegación para las Relaciones con Mercosur y de la Conferencia de Presidentes de Delegación en el Parlamento Europeo, así como miembro de la Delegación en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, se disponía a entrar en Cuba en compañía de su esposa, la diputada socialista, Carmen Hermosín, cuando las autoridades cubanas le denegaron el paso, según han asegurado a este diario fuentes oficiales del PSOE Europeo.
El motivo de esta negativa no ha sido explicado desde Bruselas y se ha instado a preguntar la dirección nacional del partido en España. “Aquí sólo sabemos que se trataba de un viaje personal, de vacaciones, por lo que no teníamos porqué saber el motivo de la visita, sólo conocemos que a él no le han dejado entrar, pero que a Hermosín sí se le admitía” han recalcado fuentes del Parlamento Europeo.
Al cierre de esta edición, la responsable de asuntos exteriores del PSOE en España no había dado explicaciones sobre este suceso. Tampoco los portavoces oficiales de la Embajada de Cuba en España han respondido a las preguntas de este diario sobre el caso.
En este silencio en el que se ‘esconde’ lo sucedido algunos blogs españoles aseguran que los servicios secretos cubanos retuvieron a Yáñez y a su esposa al descubrir que la intención del eurodiputado no era pasar unos días de vacaciones, sino reunirse con destacados representantes de la Corriente Socialista Democrática Cubana, partido que se ha integrado en la Internacional Socialista y cuyo secretario general es Manuel Cuesta Murúa.
Yañez ha compartido escenario y ‘promocionado’ al propio Murúa en diversos actos del PSOE en Bruselas. Siempre con el beneplácito, o al menos la neutralidad del Estado cubano, que concedió al opositor los permisos para viajar a todos estos eventos.
Sin embargo, la Habana ya impidió al eurodiputado socialista viajar a la Isla en julio de 2008, cuando fue invitado a participar en un congreso del grupo disidente Arco Progresista, de Manuel Cuesta Morúa. Esa vez el eurodiputado no llegó a viajar porque las autoridades cubanas le negaron el visado de entrada.
Otras versiones sin confimar, que proliferan especialmente en los medios especializados de Miami, aseguran que en la ‘agenda oculta’ de la pareja de diputados socialistas se encontraba una reunión con las Damas de Blanco.
Las declaraciones que no se han hecho esperar han sido las del coordinador de Política Internacional del Partido conservador de España, Jorge Moragas, quién ha pedido al Gobierno de Zapatero que deje de defender en las instituciones europeas un posible proceso de aperturismo en Cuba.
Moragas ha afirmado que es «inútil» que el Gobierno español, ahora en la Presidencia semestral de la Unión Europea, siga pretendiendo «convencer» a Europa de que se están produciendo cambios en el régimen cubano que avalarían posibles modificaciones en la posición común europea sobre la Isla.
