El presidente hondureño, Porfirio Lobo, ha prometido contribuir al desarrollo de los campesinos de su país, después de haber comprado tierras a grandes terratenientes que repartirá entre los productores. El presidente hondureño, Porfirio Lobo, ha prometido contribuir al desarrollo de los campesinos de su país, después de haber comprado tierras a grandes terratenientes que repartirá entre los productores.
El nuevo pacto ha concretado el pago de 327 millones de lempiras (13,5 millones de euros) por 2.429 hectáreas de tierras hondureñas, de las cuales algunas ya han sido previamente cultivadas, a empresarios del Bajo Aguán. Estos campos producen una importante cantidad de palma africana.
Gracias a este acuerdo, ha logrado al fin resolver un histórico conflicto entre los campesinos de su país, que ha causado alrededor de 60 muertos en los dos últimos años. Representantes de los bandos enfrentados han firmado un acuerdo histórico que entierra estas diferencias.
El problema en cuestión, surgió en diciembre de 2009 cuando miles de campesinos ocuparon alrededor de 10.000 hectáreas de cultivo del Valle de Aguán, propiedad de la corporación Dinant, una de las empresas más importantes del país centroamericano.
Tras diversos desalojos a lo largo de estos años, el gobierno pactó finalmente con Dinant comprarle las tierras para vendérselas después a los campesinos, según publica el medio La prensa gráfica.
Sin embargo, el portavoz del Movimiento Unificado de Campesinos de Aguán, Vitalino Álvarez, ha señalado a la agencia AP, que han firmado el acuerdo con el gobierno bajo presión y amenazas, por miedo a que les vuelvan a desalojar por la fuerza, con el fin de evitar males mayores.
