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Los problemas en Argentina golpean a Repsol en el mercado de derivados

Apuestas a la baja

Los problemas en Argentina han pasado factura a Repsol también en el mercado de derivados. Sus credit default swaps (CDS) o seguros contra el impago de su deuda se han disparado un 50% desde que comenzó el año, la peor evolución de una compañía de la industria energética. Los problemas en Argentina han pasado factura a Repsol también en el mercado de derivados. Sus credit default swaps (CDS) o seguros contra el impago de su deuda se han disparado un 50% desde que comenzó el año, la peor evolución de una compañía de la industria energética.

Estos derivados han subido 81 puntos básicos desde el inicio de 2012, hasta los 250 puntos básicos, un récord de dos años según los datos de CMA Datavision. Es decir, que asegurar 10 millones de euros de deuda de Repsol a cinco años tiene un coste de 250.000 dólares anuales.

YPF, controlada por el grupo español, se encuentra baja una fuerte presión del Gobierno argentino para aumentar su producción en un momento en el que el país debe importar cada vez más hidrocarburos para cubrir su demanda, algo que ha drenado su superávit comercial. En este escenario, la prensa local cercana a Cristina Fernández insiste en que la Casa Rosada expropiará o intervendrá la petrolera bajo el argumento de que ha gastado demasiado en dividendos y no invirtió lo suficiente para frenar la caída de la producción.

El riesgo de impago de Repsol en los mercados de derivados contrasta con otras empresas del sector. La siguiente empresa más penalizada ha sido la estadounidense Kerr-McGee, cuyos CDS han aumentado este año un 15% en medio de una demanda de miles de millones de dólares por daños al medio ambiente. Mientras tanto, los seguros de Transocean, el mayor propietario del mundo de equipos de perforación en alta mar, algunos de ellos quemados y hundidos en el Golfo de México tras el desastre de 2010, se han reducido a la mitad.

Los CDS de Repsol han registrado la cuarta peor evolución de todas las empresas europeas en lo que va de año, según afirma la agencia Bloomberg, pero aún así aún están muy lejos del récord que marcaron en diciembre de 2008, cuando se situaron en 515 puntos básicos, cuando el mercado rumoreó con la posibilidad de que Sacyr, que entonces tenía un 20% del capital de la petrolera, iba a vender su participación a una empresa rusa por sus problemas financieros.

Cualquier empresario con temor al riesgo no iría a Argentina ni a bailar tangos, sobre todo si tiene que enfrentarse a una guerra de desgaste con el Gobierno. Pero para Repsol hacer las maletas y marcharse del país no es una opción. Su filial YPF le proporciona el 25% de sus beneficios operativos, controla el mayor hallazgo de petróleo de su historia y supone una quinta parte de sus activos.

Las acciones de Repsol cerraron ayer con una caída del 2,85% hasta los 18,26 euros, el menor precio desde agosto. En lo que va de año su valor bursátil ha caído algo más de un 23%. Mayor ha sido aún el castigo para YPF. En sólo dos días (miércoles y jueves) sus títulos se han depreciado un 30%.

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