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El conflicto estudiantil incendia Chile

El Gobierno conservador de Sebastián Piñera, que pese a sus intentos desesperados de frenar su caída de popularidad se ha vuelto a descalabrar en las encuestas, se enfrenta a un nuevo desafío de los estudiantes, que han rechazado las propuestas del Ejecutivo para mejorar la educación y han vuelto a salir a las calles de Chile, pese a la oposición de las autoridades. Santiago ha amanecido cubierta de barricadas y durante la mañana se han registrado enfrentamientos violentos entre los manifestantes y la policía, que ha actuado con gases lacrimógenos y lanzamiento de agua para intentar dispersar a los jóvenes. El Gobierno conservador de Sebastián Piñera, que pese a sus intentos desesperados de frenar su caída de popularidad se ha vuelto a descalabrar en las encuestas, se enfrenta a un nuevo desafío de los estudiantes, que han rechazado las propuestas del Ejecutivo para mejorar la educación y han vuelto a salir a las calles de Chile, pese a la oposición de las autoridades. Santiago ha amanecido cubierta de barricadas y durante la mañana se han registrado enfrentamientos violentos entre los manifestantes y la policía, que ha actuado con gases lacrimógenos y lanzamiento de agua para intentar dispersar a los jóvenes.

El portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick, ha declarado significativamente que “los estudiantes no son los dueños del país”, dejando clara así la posición de Piñera y el Gobierno. Pese a que recientemente el presidente ha relevado al antiguo ministro de Educación, Joaquín Lavín, al que ha sustituido por Felipe Bulnes, más proclive a la negociación, y de haber mostrado su predisposición a modificar la Constitución y aceptar algunas de las propuestas de los estudiantes, éstos se han negado en redondo a parar las movilizaciones. El punto de conflicto principal es la negativa de Piñera a eliminar el lucro en las universidades, reclamación básica de los estudiantes.

Cristóbal Lagos, secretario de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), ha declarado a este diario que “el centro de Santiago se encuentra sitiado por mil carabineros, que impiden el acceso a los estudiantes y que realizan controles de identidad a todo el mundo que camina por las calles, sean estudiantes o no”. Respecto a la convocatoria prevista para las 18,30 de la tarde, Lagos ha confirmado que por el momento se mantiene, a la espera de que “la Intendencia recapacite” y autorice oficialmente la marcha. Respecto a la respuesta del Gobierno, que ha detenido ya a 36 estudiantes, según informa el diario chileno La Tercera, “debemos denunciarlo y que sea la misma gente la que juzgue las acciones del Gobierno”.

El sistema educativo chileno ha sido heredado por la democracia de la dictadura de Augusto Pinochet y mantiene unas elevadas tasas que impiden a los estudiantes con menos recursos acceder a la educación superior. Si lo hacen, deben soportar varios años de alto endeudamiento para poder pagar sus estudios. Además, los estudiantes reclaman que el Estado se ocupe del sector, y no los municipios, y que la educación, una de las más caras del mundo según la OCDE, sea gratuita y accesible universalmente para todos los ciudadanos.

Las movilizaciones previstas para hoy han provocado enfrentamientos con la policía durante la mañana, por lo que los líderes de las protestas están meditando desconvocar las marchas de la tarde en vista de la gravedad de la situación. Camila Vallejo, la popular líder de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), uno de los organismos con más fuerza en las protestas, ha señalado que los objetivos de los jóvenes deberían extenderse a otros ámbitos de lo social.

“Es importante demostrar que se está apelando a cambios más profundos que solamente el tema de la Educación. Cuando en la discusión sobre ésta se tratan temas tan importantes como los cambios constitucionales, atraviesa a todos los sectores de manera transversal. Esto porque ahí es donde nace finalmente la crisis a todo lo que está sucediendo, es decir, en una Constitución que no garantiza los derechos fundamentales”, ha señalado Vallejo.

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