Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Cristina Fernández se juega su futuro en las primarias del 14 de agosto

Por primera vez su historia, Argentina celebra unas elecciones primarias abiertas y obligatorias para los mayores de 18 años, nacidas de una reforma electoral de 2009 y que tendrán lugar el 14 de agosto. Su objetivo es elegir a los candidatos a los diversos puestos de la carrera política de cara a las elecciones presidenciales del próximo mes de octubre. En este contexto, Cristina Fernández se juega su futuro, ya que después de dos derrotas del peronismo –en Santa Fe y la ciudad de Buenos Aires– debe demostrar que es capaz de aguantar la presión de la oposición y ganarse la reelección dentro de tres meses. Para ello, necesita aglutinar al menos el 40% de los votos. Por primera vez su historia, Argentina celebra unas elecciones primarias abiertas y obligatorias para los mayores de 18 años, nacidas de una reforma electoral de 2009 y que tendrán lugar el 14 de agosto. Su objetivo es elegir a los candidatos a los diversos puestos de la carrera política de cara a las elecciones presidenciales del próximo mes de octubre. En este contexto, Cristina Fernández se juega su futuro, ya que después de dos derrotas del peronismo –en Santa Fe y la ciudad de Buenos Aires– debe demostrar que es capaz de aguantar la presión de la oposición y ganarse la reelección dentro de tres meses. Para ello, necesita aglutinar al menos el 40% de los votos.

Según las últimas encuestas, el desconocimiento entre los argentinos de esta nueva modalidad de elecciones previas es masivo. Cuando apenas faltan dos semanas para su celebración, el 61,7% de los electores de Buenos Aires no maneja suficiente información al respecto como para saber que se vota y en qué consisten los comicios.

La oposición es consciente de que es su última oportunidad de demostrar que es capaz de enfrentarse a Cristina con posibilidades de vencer. Si la presidenta alcanzara un 45% de los votos, o bien se alzara con la victoria con un 10% de ventaja sobre su segundo competidor, en octubre no haría falta una segunda vuelta, sino que se proclamaría vencedora sin necesidad de un balotaje. Por ello, estas elecciones del 14 de agosto son un buen simulacro de que lo que podría ocurrir dentro de tres meses.

Las esperanzas de la oposición pasan porque Cristina no obtenga dentro de dos semanas más del 40%. Ello demostraría que el oficialismo se encuentra debilitado después de los últimos varapalos electorales en Santa Fe y Buenos Aires, y los opositores podrían intentar hacerse con el voto crítico al kirchnerismo. Según una encuesta de la consultora Management & Fit, la presidenta obtendría un 38,3% ciento de los votos, mientras que el diputado socialdemócrata Ricardo Alfonsín, su principal contrincante, quedaría en segundo puesto con un 23,2%. Sin embargo, no hay unanimidad en los sondeos, ya que otros otorgan a Cristina una intención de voto que casi roza el 50%.

De ahí la inusitada importancia de la elecciones de agosto. No por su interés intrínseco, sino porque por sus peculiares características suponen un ensayo general de cara a los comicios de octubre y sus resultados pueden suponer un diagnóstico acertado del actual panorama político argentino. De entrada, Cristina prepara un megaevento en el estadio de Ferro Carril Oeste, en Buenos Aires, en el que planea reunir a 100.000 personas para dar un golpe de efecto y reforzar su imagen de cara a la lucha política.

Más información

Scroll al inicio