Sorpresa en la carrera a la sucesión de Dominique Strauss-Kahn como cabeza del Fondo Monetario Internacional. Si hasta este momento Brasil se había caracterizado por su oposición a que el elegido fuera europeo, el medio estadounidense Bloomberg informa de que un funcionario del gobierno de Dilma Rousseff ha señalado que su país apoya de forma privada la candidatura de la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, la favorita de Europa para el puesto. Ese apoyo estaría supeditado a que su mandato termine dentro de diecisiete meses, justo cuando tendría que haber acabado el periodo de cinco años que tenía asignado Strauss-Kahn al frente del organismo internacional, y a que se revisen las cuotas del sistema de elección, que hasta ahora penalizan a los emergentes. Sorpresa en la carrera a la sucesión de Dominique Strauss-Kahn como cabeza del Fondo Monetario Internacional. Si hasta este momento Brasil se había caracterizado por su oposición a que el elegido fuera europeo, el medio estadounidense Bloomberg informa de que un funcionario del gobierno de Dilma Rousseff ha señalado que su país apoya de forma privada la candidatura de la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, la favorita de Europa para el puesto. Ese apoyo estaría supeditado a que su mandato termine dentro de diecisiete meses, justo cuando tendría que haber acabado el periodo de cinco años que tenía asignado Strauss-Kahn al frente del organismo internacional, y a que se revisen las cuotas del sistema de elección, que hasta ahora penalizan a los emergentes.
El anuncio se produce un día después de que el portavoz del gobierno francés de Nicolas Sarkozy, François Baroin, afirmara públicamente que «el euro necesita nuestra atención y China apoya la candidatura de Lagarde». Si se confirmara oficialmente que tanto Brasil como el gigante asiático apoyarán a Lagarde, los emergentes se quedarían prácticamente sin opciones de colocar a un candidato propio en el FMI.
Según la información hecha pública por Bloomberg, Rousseff no apoyará al candidato que más sonaba entre los emergentes para competir con Europa, el gobernador del Banco Central mexicano, Agustín Carstens, ya que considera que Lagarde tiene ya suficientes apoyos para vencer en la elección, según el funcionario, cercano a las negociaciones y que ha pedido mantenerse en el anonimato.
El mandato de Strauss-Kahn tendría que terminar dentro de diecisiete meses, y Brasil dará su apoyo a Lagarde a cambio de que abandone el cargo cuando expire ese periodo. Es decir, Lagarde simplemente completaría el mandato del francés, acusado de abusos sexuales y detenido en EEUU. Mientras tanto, la intención del gigante brasileño es que se revise el proceso de selección de candidatos, de tal forma que para dentro de diecisiete meses sea posible romper el monopolio europeo al frente del FMI.
Según ese funcionario que cita Bloomberg, Brasil no hará explícito ni público ese apoyo. Hasta ahora, Brasil se había mostrado muy beligerante en contra de que el nuevo líder del FMI fuera europeo. El ministro brasileño de Hacienda brasileño, Guido Mantega, había incluso enviado una carta al G-20 en la que declaraba que «ya pasó el tiempo en que podría ser remotamente apropiado reservar ese importante cargo a un europeo».
La posible elección de la política gala ha levantado algunas sospechas en la Red de que el cambio de líder al frente del FMI podría beneficiar a la banca de inversión. Lagarde, que actualmente está siendo investigada por la Justicia de Francia debido a un supuesto abuso de autoridad para decantar un fallo judicial a favor de un empresario de dudosa reputación, Bernard Tapie, trabajó durante varios años para el bufete de abogados estadounidense Baker & Mckenzie.
