Hoy vence el plazo para que Autopistas del Sol haga frente a los intereses de una deuda de 10 millones de dólares, y fuentes cercanas a Abertis, el mayor accionista de la compañía, ya han confirmado a Americaeconomica.com que, tal y como anunciaron la pasada semana, no pagarán. Mientras siguen las negociaciones con el Gobierno de Cristina Fernández y los rumores sobre una posible intervención estatal, la compañía se ha convertido ya en la segunda empresa de servicios públicos en entrar en default. Hoy vence el plazo para que Autopistas del Sol haga frente a los intereses de una deuda de 10 millones de dólares, y fuentes cercanas a Abertis, el mayor accionista de la compañía, ya han confirmado a Americaeconomica.com que, tal y como anunciaron la pasada semana, no pagarán. Mientras siguen las negociaciones con el Gobierno de Cristina Fernández y los rumores sobre una posible intervención estatal, la compañía se ha convertido ya en la segunda empresa de servicios públicos en entrar en default.
La primera fue la transportadora de gas TGN, en diciembre de 2008. Todo apunta a que esta misma semana los Kirchner decidirán qué solución hay par la concesionaria de la ruta Panamericana y la avenida General Paz.
Aunque desde el Ministerio de Planificación han asegurado a este diario que no se pueden pronunciar ya que aún no hay una postura oficial, los medios locales han comenzado a especular con la posibilidad de que el Estado pase a tomar el control de la empresa.
Según relatan hoy algunos blogs especializados, los accionistas de Ausol reconocieron que se les ha intentado persuadir para utilizar otros mecanismos que no implicaran el incumplimiento de sus obligaciones financieras. Entre las sugerencias se ha hecho mención a lo que le ocurrió a TGN, que tras entrar default fue intervenida.
El caso de la transportadora es el ejemplo al que le temen las empresas de servicios públicos con problemas de caja. La gasífera no recibe aumentos de tarifa desde hace una década. Y tiene un aumento convenido con el Gobierno desde el año pasado, que aún no se puso en práctica.
El próximo 18 de diciembre habrá una junta para reunirse con bonistas y acreedores y explicarles el plan de refinanciación que maneja la empresa y que, al parecer, ha gustado en la Casa Rosada.
Mientras, y a pesar de las deudas, la autopista ha seguido funcionando con normalidad y el tráfico ha crecido en los últimos años. Sin embargo, los ingresos no han sido suficientes para hacer frente a unas deudas que han ido creciendo a lo largo de los últimos diez años con el congelamiento de las tarifas impuesto por el Gobierno de Cristina Fernández.
De hecho, las fuentes consultadas aseguran que los costes de explotación se han disparado entre un 400% y un 500% desde 2001.
Otras empresas enfrentan los mismos problemas debido al incumplimiento de los contratos de concesión, en los que se establece un aumento anual de las tarifas que no se ha cumplido por las políticas oficiales que buscan evitar una mayor presión sobre los precios al consumidor.
Autopistas del Sol es un consorcio integrado por las empresas Abertis Infraestructuras con un 31,59%, la italiana Impregilo International Infraestructures con un 19,82%, Sideco Americana con un 7%, Dycasa con el 5,83% y ACS Actividades de Construcciones y Servicios con el 5,72%. El 30,04% restante de las acciones cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
