Paro Nacional

Ecuador prolonga 30 días más el estado de excepción en provincias costeras por ola de violencia

La medida, que se amplía en Guayas, Manabí, El Oro y Los Ríos e incluye el cantón Echeandía (Bolívar), suspende derechos y autoriza el uso excepcional de la fuerza para enfrentar al crimen organizado.

Protesta del paro nacional de Ecuador en octubre de 2019. - Juan Diego Montenegro/dpa - Archivo

Protesta del paro nacional de Ecuador (Foto: Juan Diego Montenegro/dpa)

El presidente Daniel Noboa decretó la extensión por 30 días del estado de excepción en Ecuador, argumentando una grave conmoción interna causada por el repunte de violencia organizada y la escalada de protestas contra el alza del diésel. La medida suspende derechos constitucionales —como la inviolabilidad del domicilio— y autoriza a las fuerzas de seguridad a actuar con fuerza, aunque sin toque de queda.

La decisión del Ejecutivo se produce en un momento de alta tensión política y social: la eliminación del subsidio al diésel ha desencadenado un paro nacional convocado por la CONAIE y protestas masivas en diversas provincias. Frente a este escenario, el Gobierno busca reforzar su estrategia de control interno mediante la ampliación de medidas excepcionales.

Alcance territorial y vigencia de la extensión

El nuevo decreto presidencial extiende por 30 días el estado de excepción en las provincias de Guayas, Manabí, El Oro y Los Ríos, y añade al cantón Echeandía (Bolívar) al régimen especial de seguridad. Estas zonas se suman a un total de doce jurisdicciones que ya estaban bajo esta figura por distintos decretos previos.

La justificación oficial hace énfasis en que se actúa ante una situación de grave conmoción interna debido al incremento de la violencia criminal y los bloqueos en vías.

“Se autoriza que las Fuerzas Armadas y la Policía utilicen la fuerza en control del orden público y protección interna, pero solo de forma excepcional durante la vigencia del estado de excepción”

Estas operaciones, según el decreto, se orientan a garantizar el orden público, la paz social y la convivencia pacífica.

Derechos afectados: suspensión parcial pero sin toque de queda

Con la extensión, se mantendrá la suspensión de la inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia, permitiendo intervenciones de inteligencia y operativos policiales en residencias y comunicaciones.

Sin embargo, a diferencia de decretos anteriores, no se ha impuesto un toque de queda generalizado. El enfoque esta vez apunta a intervenciones focalizadas bajo normas excepcionales, en lugar de una restricción total de movilidad nocturna.

Contexto de protestas e impacto social

La ampliación del estado de excepción coincide con la continuación del paro indefinido convocado por la CONAIE desde el 21 de septiembre. Las movilizaciones han incluido cortes de carreteras y concentraciones en múltiples provincias. En respuesta, el Gobierno ha movilizado al Ejército para reforzar controles y contener disturbios.

Marlon Vargas, presidente de la CONAIE, denunció desde Chimborazo que el Ejecutivo adopta una actitud prepotente y advirtió la posibilidad de marchar hacia Quito en un acto de presión política:

“La lucha continúa y si debemos tomarnos la ciudad de Quito, lo haremos”, afirmó Vargas

Ficha de medidas y territorios afectados

Provincia / Cantón Vigencia agregada Derechos suspendidos
Guayas +30 días Inviolabilidad del domicilio; correspondencia
Manabí +30 días Inviolabilidad del domicilio; correspondencia
El Oro +30 días Inviolabilidad del domicilio; correspondencia
Los Ríos +30 días Inviolabilidad del domicilio; correspondencia
Echeandía (Bolívar) Incluido Inviolabilidad del domicilio; correspondencia

Reacción política y riesgos de escalada

Este tipo de decisiones excepcionales acostumbran a polarizar el ambiente político. Por un lado, el Gobierno presenta esta estrategia como necesaria para enfrentar estructuras del crimen organizado. Por otro, sectores sociales denuncian que se cruzan líneas en materia de libertades individuales y derechos ciudadanos.

Analistas advierten que la combinación explosiva de protestas y medidas de seguridad podría derivar en episodios de confrontación, especialmente si no se abren canales de diálogo con los movimientos sociales. El Ejecutivo insiste en que la declaratoria es temporal y sometida a control institucional.

La prórroga del estado de excepción refleja la apuesta del Gobierno por restaurar el orden mediante una respuesta securitaria frente al crimen organizado, en un contexto donde la crisis social por el alza del diésel tensiona aún más el país. El éxito de la medida dependerá de su implementación —respetando derechos fundamentales— y de la capacidad del Estado para estabilizar la inseguridad sin incrementar la refriega social.

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