La crisis social en Ecuador se ha agravado con la muerte del comunero indígena Efraín Fueres, de 47 años, quien recibió heridas de bala durante los enfrentamientos registrados en la carretera entre Cotacachi e Ibarra. Su fallecimiento, confirmado por organizaciones de derechos humanos y la CONAIE, marca un punto crítico en el paro nacional indefinido convocado por movimientos sociales e indígenas contra las políticas del presidente Daniel Noboa.
La muerte de Efraín Fueres desata la indignación indígena
El manifestante, originario de Cuicocha y padre de dos menores, fue trasladado al hospital de Cotacachi, donde falleció a causa de los impactos recibidos. La CONAIE responsabiliza directamente a Noboa por lo que califica como un “crimen de Estado”.
Militares y policías disparan balas reales y armamento letal contra comunidades indígenas, esto es una masacre planificada
La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos de Ecuador ha reportado 47 personas heridas en los distintos puntos de resistencia, mientras que otro manifestante permanece en estado crítico tras ser alcanzado por disparos.
Escalada de violencia en Cotacachi e Ibarra
Según la CONAIE, los enfrentamientos más graves se han registrado en Ilumán, Peguche, Huaycopungo y Agualongo. La organización denuncia ataques nocturnos con convoyes militares y policiales.
Exigimos el fin inmediato de la represión y justicia para nuestros compañeros caídos
Mientras tanto, las Fuerzas Armadas sostienen que la protesta no ha sido pacífica. Denuncian que un convoy de alimentos fue emboscado por grupos armados, con saldo de doce militares heridos y 17 retenidos, lo que endurece aún más la narrativa oficial frente a las movilizaciones.
Reacción internacional y presión sobre Noboa
La dimensión del conflicto ha traspasado fronteras. La Relatora Especial de la ONU sobre Libertad de Asociación y Asamblea, Gina Romero, pidió un “alto al fuego” y recordó que el uso de Fuerzas Armadas en contextos de protesta contraviene estándares internacionales, incluso bajo estados de excepción.
Protestar es un derecho, no puede costar la vida
La presión internacional y las denuncias internas sitúan al Gobierno de Noboa en el centro de una crisis política y social de alto riesgo. La investigación sobre la muerte de Fueres será clave para determinar responsabilidades y el rumbo de un paro que amenaza con prolongarse en un clima de creciente confrontación.