El gigante energético español Iberdrola continúa reordenando su cartera internacional. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha alcanzado un acuerdo con el grupo Cox Energy para desprenderse de sus operaciones en México por un valor total de 4.200 millones de dólares (unos 3.700 millones de euros). Esta venta, una de las mayores del sector en la región, refleja el giro estratégico de la eléctrica hacia negocios regulados en mercados más estables como Estados Unidos y el Reino Unido.
La venta incluye 15 plantas, actividad comercial y proyectos futuros
La operación contempla un perímetro formado por 15 centrales que suman una capacidad instalada de 2,6 gigavatios (GW), además de la actividad comercial y una cartera de proyectos en desarrollo que Cox Energy prevé poner en funcionamiento en los próximos años.
El acuerdo valora los activos en un múltiplo de 1,6 millones de dólares por MW operativo, lo que se traduce en aproximadamente 1,4 millones de euros por megavatio. Se trata de una de las mayores desinversiones realizadas por Iberdrola en América Latina en los últimos años.
El traspaso está aún pendiente de las aprobaciones regulatorias habituales, lo que podría prolongar el cierre definitivo de la operación varios meses
Iberdrola refuerza su apuesta por redes en mercados estables
Con esta venta, Iberdrola avanza en su plan de inversiones por 55.000 millones de euros en redes eléctricas de transporte y distribución, con foco prioritario en EEUU y Reino Unido, mercados considerados estratégicos y más previsibles.
El movimiento se enmarca dentro del cambio de modelo de negocio de la eléctrica, que busca consolidarse en activos con ingresos regulados y baja exposición al riesgo de mercado.
Iberdrola sigue reduciendo su presencia en países con mayor volatilidad política o regulatoria, como parte de una estrategia global más conservadora
Cox acelera su plan estratégico con la compra
Por su parte, Cox Energy celebró el acuerdo como un impulso clave para su crecimiento. Con esta adquisición, la compañía completará su plan estratégico tres años antes de lo previsto, originalmente diseñado para el periodo 2025-2028.
Según datos facilitados por la propia empresa, la operación permitirá cerrar 2025 con unas ventas proforma de cerca de 3.000 millones de euros y un Ebitda de 750 millones de euros.