«A enero, hemos registrado una inflación de 1,95 por ciento, de este porcentaje prácticamente la mitad de la inflación se explica por cinco productos: carne bovina y de pollo, tomates, servicios de almuerzos y pasajes de transporte», explicó en conferencia de prensa.
El presidente Luis Arce admitió en enero que se registra una «presión inflacionaria» en la economía local, principalmente en productos importados de consumo masivo y algunos productos nacionales.
«Evidentemente, hemos tenido un incremento del 4 por ciento de la carne de res, hay ciudades que hicieron ajuste del pasaje de transporte urbano, con un incremento del 7 por ciento el promedio nacional. De la misma, manera el precio promedio de la carne de pollo subió en 4,86 por ciento, y el tomate también subió por efectos climáticos», dijo Arandia.
Bolivia registró una inflación anual del 9,97 por ciento en 2024, cifra considerada la más alta de los últimos 16 años, por efecto de los conflictos sociales, el cambio climático y la inflación importada, de acuerdo con datos del INE.
Para 2025, el Gobierno prevé una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,51 por ciento y una inflación de 7,5 por ciento,