«Ha muerto Fernando Botero, el pintor de nuestras tradiciones y defectos, el pintor de nuestras virtudes. El pintor de nuestra violencia y de la paz. De la paloma mil veces desechada y mil veces puesta en su trono», escribió el presidente en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
La local W radio informó que Botero falleció en su casa del principado de Mónaco tras estar internado por una neumonía, tratamiento que decidió continuar en su casa.
La hija del artista, Lina Botero, confirmó la muerte de su padre en esta radio y detalló que su padre «estuvo los últimos seis días muy delicado de salud porque había desarrollado una pulmonía y a los 91 años es difícil que se pueda recuperar de esto, pero afortunadamente los médicos estuvieron muy pendientes de él» y ella pudo acompañarlo de forma permanente.
«Se fue en paz, murió tranquilamente. Estábamos mi hija y yo con él, agarrados de la mano, y dio su último suspiro y se fue en paz. Tuvo una vida tan extraordinaria, se fue con Sofía, con el amor de su vida, quien murió también este año (…) pudo trabajar hasta el último día y pintaba en su casa. Estoy viendo los últimos dibujos que hizo hasta hace cinco días, tuvo una suerte increíble», añadió su hija.
Botero nació en Medellín (noroeste) el 19 de abril de 1932 y su trayectoria se forjó a lo largo de 75 años.
En 1962 comenzó a ser reconocido de forma internacional, cuando hizo su primera exposición en el Milwaukee Art Center en Wisconsin, EEUU, recibida positivamente por los críticos del sector en la época.
Su hija contó a W Radio que pese a llevar varios años con parkinson, Botero pintaba todos los días cuatro horas en su estudio y que «la creatividad lo acompañó hasta el último día de su vida».
En sus inicios, Botero realizó ilustraciones para el diario local El Colombiano (Antioquia).
En 1951 viajó a Bogotá y en la capital despegó su carrera al realizar las dos primeras exposiciones individuales de sus obras.
Años después viajó a Europa, donde su primera parada fue en Barcelona, España, y luego se radicó en Madrid, ciudad en la que ingresó a la Real Academia de Arte de San Fernando.
Posteriormente recorrió París, Francia; y Florencia, Italia; donde se inscribió a la Academia de San Marcos para continuar sus estudios.
Tras su fama y reconocimiento internacional por sus reconocidas obras, pinturas, esculturas y dibujos de figuras voluminosas, para muchos, Botero es el artista colombiano más grande en la historia del país.
El expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) lo despidió en la red social X diciendo: «Ha fallecido un grande, dio buen nombre a la Patria, enalteció la cultura. Gracias Maestro Botero».
«Mi papá fue un ser humano extraordinario, fue un papá entregado desde que fuimos pequeños. Hubo un Botero entregado al arte y luchando con las barreras, y ese padre aún en situaciones económicas muy precarias nos regaló una infancia llena de magia e inventos suyos, eso fue lo más maravilloso de mi papá», dijo Lina Botero.
Medellín decretó una semana de luto por la muerte del artista.
«En Medellín lamentamos con dolor en el alma la muerte del maestro Botero. Su vida, su obra , su amor por Medellín y Colombia perdurarán por siempre. Medellín decreta 7 días de luto y rendirá homenaje desde Plaza Botero y demás sitios dónde su legado permanecerá por siempre», escribió en X el alcalde Daniel Quintero.
Según informó el diario local El Tiempo, en los próximos días se realizará un homenaje en 29 esculturas realizadas por el artista en la ciudad natal del artista de la que la Plaza Botero será el centro.
