En concreto, el organismo estadounidense estima que desde marzo de 2020 hasta al menos noviembre de 2021 recibió más de 750 quejas en las que se alega que Latam Airlines no proporcionó reembolsos a tiempo después de cancelar vuelos que tenían Estados Unidos como origen o como destino. Se estima que miles de estas solicitudes se alargaron durante más de 100 días hasta lograr su finalización.
Como justificación a estas cancelaciones, Latam Airlines ha afirmado que al inicio de la pandemia, debido a las restricciones gubernamentales sobre requisitos de viaje y entrada, se vio obligada a cancelar más de 1.100 vuelos diarios.
No obstante, según la regulación de transportes del país norteamericano, la práctica de cancelar o cambiar un vuelo hacia o desde los Estados Unidos sin proporcionar un reembolso es «desleal», independientemente del motivo de la cancelación.
La compañía aérea ha defendido que siempre ha actuado «de buena fe» y considera que esta multa es «elevada», atendiendo, entre otros, a las «terribles» circunstancias económicas a las que se ha tenido que enfrentar desde la pandemia. Por el contrario, desde la Oficina de Protección al Consumidor de Aviación (OACP, por sus siglas en inglés), han considerado que esta multa está «justificada».
Con el objetivo de evitar mayores litigios, el departamento de Transportes ha explicado que Latam Airlines se ha comprometido a evitar futuras violaciones de la regulación y han dado su consentimiento a la emisión de esta sanción.