En dicho informe, en el que se han analizado las características de aproximadamente 18.000 pymes de Iberoamérica, estas señalan como principales barreras para la digitalización los altos costes de inversión (con una puntuación de 3,60 en una escala de 1 a 5), la falta de recursos financieros para llevar a cabo la inversión (3,52) y las dificultades de conexión de banda ancha (3,48).
De forma contraria, la barrera que tiene menos importancia para los directivos es que los trabajadores no perciban bien la digitalización, obstáculo que recibe una valoración de 2,75.
Por su parte, en materia de sostenibilidad, los altos costes y las dificultades para obtener financiación también son los principales obstáculos, con uan puntuación de 3,45 y 3,35, respectivamente. Por el contrario, el tiempo necesario para el desarrollo de estas políticas y sus efectos sobre la competitividad son los problemas menos mencionados y que reciben menos puntos negativos (2,72 y 2,68, respectivamente).
GRADO DE MADUREZ DIGITAL BAJO-MEDIO EN SOSTENIBILIDAD
En cuanto a las tecnologías básicas de digitalización, el informe concluye que el grado de madurez digital de las pymes es bajo, con una puntuación de 2,28 puntos sobre 5.
En concreto, alguno de los medidores como las herramientas de comercio electrónico son únicamente utilizadas por el 40% de las pymes y los mecanismos para realizar teletrabajo son habituales en el 50% de las compañías. Por el contrario, las redes sociales tienen un alcance del 80%, seguido por la banca digital (71,7%) y el hecho de contar con una página web propia (69,2%).
Respecto al grado de implantación de herramientas de digitalización avanzada, el informe señala que es «muy bajo», con una implantación menor al 50% de los sistemas de localización o internet de las cosas, los servicios para cubrir la ciberseguridad o la instalación de sistemas de robotización o sensorización.
Por su parte, el grado de madurez en materia de sostenibilidad es medio, teniendo en cuenta la implantación de algunas medidas como la gestión de residuos (con una puntuación de 2,96), la gestión del agua (2,68), la gestión de envases plásticos y derivados (2,59) y la gestión energética (2,52).
Además, las pymes muestran un elevado índice de aprobación a este tipo de medidas, al destacar los beneficios que estas tienen para la reputación de la compañía (4,15 puntos sobre 5), el grado de satisfacción de los clientes (4,03) y las ventajas frente a la competencia (3,95).
EXPECTATIVAS POSITIVAS DE EMPLEO Y VENTAS
De cara al 2022 las expectativas de empleo resultan favorables, puesto que un 95,7% de las pymes cree que aumentará las contrataciones o las mantendrá. «No obstante, y dado el actual escenario de incertidumbre económica, estos datos de expectativas para el 2022 debemos tomarlos con cautela», recoge el informe.
En cuanto a las expectativas de ventas para el 2022 se aprecia que las expectativas siguen siendo muy favorables. Así el 77,3%
de las mipymes en 2022 esperan aumentar sus ventas, mientras que solo prevé que sus ventas disminuyan un 2% de las empresas.