Los investigadores afirman que la violencia, que causa decenas de miles de muertes en EEUU cada año, está teniendo un impacto negativo en la economía del país. La mayor parte del coste se atribuye a las pérdidas de calidad de vida de los heridos por armas de fuego y sus familias.
«Los empresarios y sus aseguradoras de salud soportan una carga financiera sustancial por las lesiones por armas de fuego y tienen un incentivo financiero para prevenirlas», ha explicado Zirui Song, profesor de la universidad estadounidense en un comunicado, recogido por la agencia Bloomberg.
«Sin embargo, las empresas estadounidenses no se han comprometido públicamente con el tema de las armas de fuego, a pesar de gastar grandes sumas en otros esfuerzos para promover la salud de los empleados», ha agregado Song.
La economía del país se ha visto afectada por los crecientes índices de violencia armada, puesto que en los registros de las empresas con seguro médico la tasa de lesiones por armas de fuego se ha cuadriplicado desde 2007 hasta 2020, al pasar del 2,6 al 11,7 por ciento por cada 100.000 afiliados.
Además, los supervivientes tienen unos costes directos de la atención sanitaria de 30.000 dólares (cifra similar en euros) en el primer año.
Por otro lado, la pérdida de ingresos y productividad derivadas de la baja por lesiones de este tipo en los trabajadores cuestan a las empresas privadas 535 millones de euros al año.
El informe indica que el año pasado murieron más de 45.000 personas por lesiones relacionadas con arma de fuego en el país, las heridas de bala fueron la principal causa de muerte entre los menores de 19 años. Los tiroteos masivos de gran repercusión representan entre el 1 y 2 por ciento de las muertes por disparos en EEUU.
Asimismo, la violencia con armas de fuego sigue afectando de forma desproporcionada a las comunidades negras.