Colombia ya había dejado de utilizar en 2015 aerosoles para rociar indiscriminadamente los cultivos ante las dudas sanitarias que generaba su uso, pero aún seguía recurriendo a trabajadores que, bajo custodia policial, destruían a mano las plantaciones.
El nuevo presidente, Gustavo Petro, ya avanzó en su toma de posesión que emprendería un nuevo enfoque en la lucha contra las drogas y este martes, en una entrevista al periódico ‘El Tiempo’, el jefe de la Policía ha confirmado que las fuerzas de seguridad no utilizarán glifosato en sus actuaciones ni habrá destrucción de plantaciones, a la espera de que termine definirse la nueva estrategia global.
Las autoridades optarán por una «erradicación voluntaria» y la «sustitución», una vía con la que el Gobierno quiere fomentar que los propios agricultores planten cultivos legales. Sanabria ha dicho que no quieren poner el foco en quienes «deben menos en el tráfico de drogas».
«Siempre buscamos las grandes mafias que son los encargados de motivar a las personas en este delito», ha añadido.
«NO SE VA A LEGALIZAR»
El giro de Petro en materia de lucha contra las drogas ha desatado las especulaciones sobre una posible legalización de la cocaína, una posibilidad que ha descartado el ministro de Justicia, Néstor Osuna, durante una comparecencia en el senado.
«No se va a legalizar la cocaína. Si ha habido alguna información que se haya podido entender en ese sentido hay que aclararlo», ha sentenciado, según la emisora Caracol Radio.
El ministro ha coincidido con la Policía en que es momento de centrarse en las grandes estructuras que se benefician del narcotráfico y apostar por la salud pública y por la «superviviencia económica» tanto de consumidores como de campesinos.