«La intempestiva renuncia del ministro de Economía es un inmenso acto de irresponsabilidad política», sostuvo Fernández durante un acto en la ciudad patagónica de El Calafate, en la provincia de Santa Cruz (sur).
Durante un acto que encabezó para inaugurar un cine teatro municipal, la vicepresidenta consideró que la renuncia de Guzmán fue casi «un acto de desestabilización institucional».
Precisó que se trató de un «gesto de inmensa ingratitud personal hacia el propio presidente», Alberto Fernández.
«Hacerlo enterar al presidente de una renuncia por Twitter nada más y nada menos que el ministro de Economía no me parece bien, por la sociedad en su conjunto», reflexionó.
La vicepresidenta recalcó que esta deslealtad hacia el jefe de Estado era aún más alevosa dado que Alberto Fernández «había bancado a ese ministro de Economía como a nadie, enfrentándose inclusive con sus propias fuerzas de la coalición».
«¿Se merecía realmente eso?», preguntó ante un auditorio colmado.
En ese contexto, Fernández instó a «tener responsabilidad política» ante la sociedad.
ECONOMÍA BIMONETARIA
En una segunda parte de su discurso, la exmandataria (2007-2015) aludió al problema de la economía bimonetaria en un país que tiene varios dólares de referencia: el oficial, los financieros y el blue, que se consigue en circuitos informales.
A ese respecto, la vicepresidenta reclamó que se busque entre todos los actores «un punto de coincidencia en común, porque si no, no habrá Argentina para nadie».
Fernández presentó una tabla que mostraba entre 2003 y 2022 las corridas bancarias que tuvo el país, las formaciones de activos en el exterior (dólares que salen de Argentina), y la brecha (diferencia) entre el valor del dólar oficial y el resto.
«Cuando no te provocan devaluar, te ponen la brecha», estipuló.
La vicepresidenta alegó que la formación de activos que hubo en su primer gestión (2007-2011) procedían de dólares generados por la economía real, y que cuando en 2012 comenzó a regular el mercado, saltó la brecha cambiaria.
Durante la administración del expresidente Mauricio Macri (2015-2019), en cambio, no hubo brecha pero hubo salida de capitales, provocado por endeudamiento, «a límites insospechados».
«Si no les dejás sacar los dólares que quieren del país, se comportan como adictos, y cuando lo hacen por las malas, estalla la economía del país», resumió.
Al margen del resultado de las elecciones generales del año que viene, «hay que ponerse de acuerdo» sobre esto, porque «no habrá solución para este problema estructural de la economía argentina que constituye la economía bimonetaria», concluyó Fernández.
El país vive esta semana en medio de una incertidumbre económica y política tras la dimisión de Guzmán, a quien sustituyó Silvina Batakis.
La renuncia del exfuncionario se debió a las desavenencias que existen entre el presidente y la vicepresidenta sobre el rumbo económico del país.
Esas discrepancias se profundizaron en las últimas semanas en torno a la quita de subsidios energéticos, según estipulan las metas pactadas en el programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a fin de refinanciar un préstamo de 44.000 millones de dólares.