Murillo, esposa también del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, ha cargado en un discurso contra quienes quisieron «sembrar el terror» en abril de 2018, al aludir a una ola de protestas sin precedentes que concluyó con más de 300 muertos, según la ONU.
Las movilizaciones estallaron por el malestar ciudadano sobre la reforma de la seguridad social, pero a ojos del régimen nicaragüense fueron un intento de golpe de Estado del que responsabilizan tanto a «terroristas cómplices del régimen yanqui».
Murillo ha extendido sus críticas hacia la Iglesia, hacia «quienes se llamaban pastores» y que supuestamente también promovían la violencia. «¿Cómo vamos a perdonar eso, ni perdón ni olvido para los masacradores de la paz, de la concordia, de la vida tranquila y del pueblo?. Ni olvido ni perdón», ha proclamado, según el diario ‘La Prensa’.
La vicepresidenta ha insistido en que su Gobierno trabaja para que «nunca» más vuelva a repetirse lo ocurrido entonces: «Si hay algo que cuidamos con celo es la paz y es un derecho y un deber cuidar la paz». Bajo esta premisa ha justificado la ola de arrestos de opositores emprendida en el último año.