El informe ‘ExperiencIA: datos e inteligencia artificial en el sector público’ recoge los beneficios de un uso «responsable» de la inteligencia artificial, gracias a la cual la región podría dar un salto cualitativo en ámbitos que en última instancia terminarían por beneficiar a los ciudadanos.
El «gran potencial» de estas tecnologías puede llegar al conjunto de la sociedad si se cumplen ciertos requisitos, entre ellos la implementación de políticas públicas basadas en principios étnicos. El informe también aboga por fijar un marco para datos y algoritmos y preparar a los trabajadores, con vistas a «atraer nuevo talento».
Las experiencias negativas con la inteligencia artificial, avisan los expertos, pueden terminar por deteriorar la confianza y minar por tanto la legitimidad de estas tecnologías.
El responsable de la Dirección de Innovación Digital del Estado en CAF, Carlos Santiso, ha subrayado que «esta tecnología no es buena o mala en sí misma», ya que «depende de cómo y para qué se utilice». Su uso, ha apuntado, «ya es una realidad», y «apropiarse de ella no supone cambios superficiales sino transformaciones profundas».
El informe dibuja una región que avanza a ritmo desigual y con enfoques distintos. Así, países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay ya se han dotado de una estrategia nacional en inteligencia artificial o están en proceso de hacerlo, pero solo en el caso paraguayo el marco se ha centrado expresamente en el sector público.