Las autoridades sanitarias de Bolivia han informado de la muerte de 66 personas en las últimas 24 horas, lo que supone que ya han fallecido más de 10.000 en el país andino desde que estallara la pandemia del coronavirus.
Esta barrera superada se produce tan solo un día después de que se superasen los 200.000 positivos por COVID-19, siendo 202.808 los bolivianos que se han contagiado por el virus, 1.781 de ellos en las últimas 24 horas.
Con estas cifras, la tasa de letalidad del coronavirus en Bolivia se sitúa en los 4,9 fallecidos por cada 100 contagios, una de las más altas del continente.
Por otro lado, la tensión entre el Gobierno central del presidente, Luis Arce, y las autoridades locales y opositoras de Santa Cruz aumenta cada día, en una materialización del rechazo hacia el partido político que gobierna, el MAS, por algunos de los territorios más ricos de Bolivia.
En este sentido, Santa Cruz ha vuelto a ser el departamento más afectado por el virus, sumando este lunes más contagios que el resto de entidades territoriales y con una cifra global de casos que roza los 70.000, más de un tercio del total nacional.
Ante esta situación, las autoridades locales, junto con sindicatos médicos, le han pedido a la Administración que declare la emergencia sanitaria e incluso estos últimos han exigido una cuarentena de 14 días en el departamento.
No obstante, el Gobierno de Arce, que ha descartado declarar una nueva cuarentena nacional, enfrenta una fuerte presión de autoridades regionales y sindicatos médicos para que declare emergencia sanitaria.
Por eso, si no se cumplen sus peticiones amenazan con «movilizaciones, paros, marchas y no se descarta demandas civiles o penales ante el Ministerio Público por atentado contra la salud pública».