Ford cesará su producción en Brasil este año y reestructurará su operativa en América del Sur, en la que cuenta con una cartera de todocaminos (SUV) electrificados, camionetas y vehículos comerciales que se proveerán desde Argentina, Uruguay y otros mercados de la región, según ha informado en un comunicado.
La compañía ha indicado que pese al cese de producción en el país sudamericano, mantendrá su centro de desarrollo de productos en el Estado de Bahía, así como su centro de pruebas en Tatuí y su sede regional en São Paulo.
La producción cesará de inmediato en las regiones de Camaçari y Taubaté, mientras que la producción de algunas piezas continuará durante algunos meses para respaldar los inventarios. La planta de Troller en Horizonte (Brasil) continuará operando hasta el cuarto trimestre de 2021. Como resultado, la compañía finalizará la producción de los modelos EcoSport, Ka y T4 una vez que se vendan los inventarios.
Las operaciones de fabricación en Argentina y Uruguay y las empresas de ventas en otros mercados de América del Sur no se verán afectadas.
La marca automovilística ha señalado que los servicios a la región se seguirán prestando desde su cartera global. Entre los modelos, se prestarán algunas líneas como la nueva ‘pickup’ Ranger argentina y la nuevas furgonetas Transit, Bronco y Mustang Mach 1, y planea acelerar la introducción de varios nuevos modelos conectados y electrificados.
«Con más de un siglo en América del Sur y Brasil, sabemos que estas son acciones muy difíciles, pero necesarias, para crear un negocio saludable y sostenible», ha apuntado el presidente y consejero delegado de Ford, Jim Farley.
La marca ha afirmado que trabajará en «estrecha colaboración» con sus sindicatos y otras partes interesadas para desarrollar un plan equitativo y equilibrado para mitigar los impactos del cese de la producción.
El presidente de Ford América del Sur, Lyle Watters, ha puesto de relieve la labor del equipo sudamericano de la compañía, el cual logró «un proceso significativo» en la reestructuración de las operaciones, incluida la eliminación gradual de productos no retanbles y la salida del negocio de camiones pesados.
«Además de reducir los costes en todo el negocio, lanzamos Ranger Storm, Territory y Escape e introdujimos servicios innovadores para nuestros clientes. Si bien estos esfuerzos mejoraron los resultados durante los últimos cuatro trimestres, el entorno económico desfavorable sostenido y la carga adicional de la pandemia dejaro claro que se necesitaba mucho más para crear un futuro sostenible y rentable», ha explicado Watters.
Ford ha enmarcado esta decisión en la evaluación de sus negocios alrededor del mundo. La sociedad apuesta por un plan que contempla un resultado neto de explotación (Ebit) ajustado del 8%, con un flujo de efectivo libre ajustado sólido. El plan, según la compañía, exige el desarrollo y la entrega de vehículos conectados de alta calidad y valor, donde se incluyen cada vez más vehículos eléctricos, y servicios que sean asequibles para una gama aún más amplia de clientes.
Así, Ford busca dar la vuelta a su negocio automotriz modernizando todos los aspectos de la empresa, capitalizando las fortalezas existentes y asociándose con otros para ganar una mayor experiencia y eficiencia.
«Quiero enfatizar que estamos comprometidos con la región a largo plazo y continuaremos ofreciendo a los clientes soporte completo de ventas, servicio y garantía. Esto es especialmente cierto ya que traemos al mercado una sólida línea de emocionantes SUV, camionetas y vehículos comerciales conectados y electrificados de dentro y fuera de la región», ha apostillado Watters.
Watters ha agregado que, además de la producción recientemente confirmada de la próxima generación de Ranger y la llegada de la furgoneta Bronco, Mustang Mach 1 y Transit, Ford planea anunciar otros modelos completamente nuevos, incluido un nuevo vehículo enchufable, lo que supondrá la introducción de nuevas tecnologías automatizadas y electrificadas en América del Sur.