Los comerciantes venezolanos afrontaron en 2020 no solo las consecuencias de la pandemia por covid-19, sino también la crisis que desde hace cuatro atraviesa el país.
«Este ha sido un año muy difícil, los comerciantes que no somos de áreas vitales hemos tenido que reinventarnos para seguir pagando nuestro alquiler, para mantener a los trabajadores, y hasta para vender por delivery ha sido difícil por la escasez de gasolina», dijo a esta agencia Carlos Marín, de 39 años, propietario de una cerrajería en el este de Caracas.
Cientos de personas caminaban el lunes por el centro comercial en el que trabaja Marín, y aunque la mayoría llevaba su tapaboca, más de uno se descubría el rostro para disfrutar un helado, tomar agua o sentarse a comer en algunos establecimientos.
Gertrudiz Lima, de 35 años, contó a esta agencia que salió a mirar las vidrieras, pero se encontró con precios tan elevados que decidió regresar a casa con las manos vacías.
«Yo vine a ver qué compraba para mi familia estas navidades, pero creo que solo nos daremos el gusto de compartir nuestras hallacas (tamal tradicional de Venezuela), porque nada baja de los 20 dólares, en la nueva Venezuela no se compra nada con un dólar», agregó.
Como Lima, muchos se detuvieron frente a las tiendas durante el recorrido de esta agencia para apreciar los productos que estas venden, pero luego de un momento seguían caminando.
VENTAS EN CAÍDA
Gonzalo Abreu, de 48 años, dueño de una zapatería en el sureste de Caracas, dijo que sus ventas se redujeron casi en un 70 por ciento.
«Este mes ha salido mucha mercancía, pero todo lo que se ha vendido no es suficiente para todo lo que hemos perdido, que yo lo calculo en 70 por ciento; esto ocurre justo en un año en el que comenzamos pensando que nos iría muy bien, porque se permite el uso del dólar, pero ahora incluso nuestros gastos han aumentado», agregó.
La mayoría de los comerciantes aseguraron que tenían sus esperanzas cifradas en el mes de diciembre, pero explicaron que debido a las dificultades que afronta el país, las ventas no fueron como esperaban.
«Tuve que capacitarme con todas las tecnologías para que el cierre obligado por la cuarentena no me asfixiara, pero todo varió mucho, esta vez los padres compraron menos útiles, menos bolsos escolares y cartucheras», señaló Román Duarte, propietario de una librería en el este de Caracas.
Roberto Mijares de 63 años, propietario de un foto estudio, contó a esta agencia que sus ganancias este 2020 se asemejan a lo que ganó en 2019 en solo siete semanas, a pesar de la crisis que había en ese momento.
«Yo pensé que el 2017 y el 2019 habían sido años duros porque hubo apagones, protestas que nos obligaban a cerrar, pero este como que nos puso a prueba, yo saqué cálculos hace poco y lo que hice de ingresos este año equivale a siete semanas de trabajo en 2019», afirmó.
El encargado de una cadena de farmacias de Caracas que prefirió no ser identificado aseguró que este año a pesar de la crisis y la pandemia ha sido uno de los mejores para el sector desde 2017, debido a que es posible vender sus productos en dólares.
En los ocho meses de cuarentena intermitente que tuvo Venezuela hasta diciembre, las redes sociales se convirtieron en uno de los aspectos positivos para la mayoría de los comerciantes consultados por esta agencia.
De acuerdo con el último balance de las autoridades venezolanas, en el país hay 3.518 casos de covid-19 activos del total de 110.075 que se han registrado desde marzo cuando se inició la pandemia, de los cuales 988 fallecieron.