La Organización de Estados Americanos (OEA) ha denunciado este jueves «persistentes violaciones» de los Derechos Humanos en Nicaragua y ha pedido al Gobierno de Daniel Ortega que tome medidas «para corregir las repetidas vulneraciones al Estado de Derecho y la alteración al orden constitucional» en el país centroamericano.
La secretaría general de la OEA, encabezada por Luis Almagro, ha hecho público un comunicado tras reunirse con representantes de la sociedad civil nicaragüense, a partir de cuyos testimonios se concluye «que persisten las violaciones a los Derechos Humanos, el ataque sistemático a las libertades públicas, así como malos tratos y torturas a los presos políticos».
En Nicaragua habría a día de hoy 113 «presos políticos», según la OEA sin acceso a un juicio justo. Llevan 14 días de huelga de hambre y, en el marco de esta protesta, algunos se han cosido los labios y amenazan con cerrarse también los párpados. «Esta situación es intolerable e inhumana», ha valorado la oficina de Almagro.
La secretaría de la organización regional ha cuestionado también la «orientación» dada por Ortega a la Corte Suprema de Justicia, en relación a una propuesta de ley sobre «crímenes de odio» que podría implicar la cadena perpetua para representantes de la oposición.
«Se trata de un cargo de tipificación imprecisa. Ello deja el suficiente espacio para la arbitrariedad, siendo susceptible de convertirse en una herramienta para reprimir», ha advertido.
Asimismo, ha alertado de que la Policía aplica «una estrategia de acoso y persecución a líderes opositores, así como a familiares de presos políticos y víctimas». Todo ello, ha añadido la cúpula de la OEA, «en coordinación con grupos paramilitares».
«ALTERACIÓN DEL ORDEN CONSTITUCIONAL»
«Este patrón forma parte de una alteración al orden constitucional que se prolonga en el tiempo», según la secretaría, que ha instado al Gobierno nicaragüense «a restablecer la normalidad del hilo constitucional, respetando la separación de poderes, las libertades públicas y el Estado de Derecho, al tiempo que cumple con sus obligaciones internacionales en la materia».
La oficina de Almagro confía que la próxima Asamblea General haga suyas estas conclusiones y exija la liberación de presos y el restablecimiento de libertades fundamentales, así como «las necesarias reformas electorales que permitan el retorno de la democracia a Nicaragua».
