El Ministerio de Salud de México ha informado este lunes de que se han contabilizado un total de 22.584 muertes a causa de la COVID-19 en el país, de las cuales 50 corresponden a mujeres embarazadas o en cuarentena tras dar a luz.
El director general de Epidemiología, José Luis Alomía, ha precisado que estas cifras suponen el 3,8 por ciento del total de las víctimas mortales por la COVID-19 registradas hasta el momento.
Alomía ha recordado que las embarazadas forman parte de la población de riesgo, al igual que aquellos pacientes con enfermedades previas, como la hipertensión, cuyos enfermos han sido los más damnificados por la COVID-19, seguidos de aquellos que también sufrían diabetes, obesidad y problemas de salud relacionados con el consumo de tabaco.
En total, el 71 por ciento de los fallecidos padecía previamente algunas de estas enfermedades. Por otro lado, ha recordado Alomía, los hombres con una media de edad superior a los 60 años han supuesto el 66 por ciento de las muertes.
En su balance de este lunes, las autoridades mexicanas han mostrado un aumento de 4.577 nuevos casos en el cómputo global, que se sitúa en 185.122 positivos. México es el cuarto país latinoamericano con mayor número de personas con la enfermedad por detrás de Brasil, Perú y Chile.
El continente latinoamericano ya alberga casi el 55 por ciento de todos los casos a nivel mundial.
En relación a los fallecidos, las últimas cifras han mostrado 759 nuevas muertes, pero todavía hay 1.874 fallecimientos sospechosos de haber sido provocados por la COVID-19.
Alomía ha recordado que de, los 32 territorios de todo el Estado, 17 se encuentran bajo el color naranja del semáforo epidemiológico, que supone un nivel de riesgo alto, mientras que el resto continúan bajo máximo riesgo, representado por el color rojo.
Estado de México, con cerca de 29.500 casos, y Ciudad de México, que roza ya los 50.000, continúan siendo las dos entidades más afectadas, por delante de otras como Tabasco y Veracruz, que no llegan a los 9.000 contagios.