La Unión Europea movilizó el pasado año 172 millones de euros para aliviar la crisis en Venezuela, en ayuda humanitaria y al desarrollo, tanto dentro del país como en las comunidades de acogida de refugiados venezolanos, según recoge la UE en su informe anual de Derechos Humanos y Democracia.
A finales de 2019 al menos 4,8 millones de venezolanos habían abandonado el país, señala el informe, que subraya que la UE ha estado «a la vanguardia de la respuesta a la crisis de refugiados y migración venezolana», y que cataloga como «una de las mayores crisis del mundo».
De los 172 millones destinados para la situación en Venezuela, 89 millones se emplearon en asistencia humanitaria para hacer frente a las necesidades más básicas. La mayor parte de los fondos se usaron en el interior del país, «el epicentro de la crisis», aunque el bloque europeo también promueve el apoyo a los migrantes y refugiados en las comunidades de acogida en países vecinos, sobre todo Perú, Colombia y Ecuador. Entre las necesidades satisfechas se encuentra la asistencia médica, la vivienda, la protección a la infancia y la prevención del trafico sexual y abuso de menores.
Aparte, el informe recoge que los Veintisiete destinaron 17.200 millones de euros en asistencia humanitaria en Siria y para ayudar a los refugiados que se encuentran en los países vecinos. Solo en ayudar a la comunidad siria en Turquía, país que acoge 3,7 millones de refugiados, la UE destinó 6.000 millones entre 2016 y 2019, de acuerdo al pacto migratorio firmado con Ankara.
DDHH EN CUBA
Sobre la situación en Cuba, la UE pone en valor el trabajo de sus representantes para los Derechos Humanos en sus visitas y consultas a la isla, igual que los seminarios con la sociedad civil y para fomentar la liberta de expresión realizados durante el último año.
A través de estos diálogos, el bloque defiende que se genera una discusión abierta y una plataforma con la que la UE pone sobre la mesa sus prioridades clave en cuestiones como la libertad de expresión, la protección de minorías o de los activistas de derechos humanos.
Además a nivel político, el informe anual señala que el club comunitario «planteó sistemáticamente las cuestiones de la libertad de expresión y la libertad de prensa» en los contactos con países socios, entre otros con Cuba, Pakistán, Sudáfrica e Indonesia», ha señalado el informe anual de la UE.