Estados Unidos ha decidido este domingo suspender la entrada a su territorio de todas aquellas personas que durante los últimos 14 días hayan estado en Brasil, segundo país más castigado por la pandemia de la COVID-19.
En un comunicado de la Casa Blanca, el presidente, Donald Trump, ha explicado que ante el «amplio» y «continuo» crecimiento del número de casos que está experimentando Brasil, esta situación «amenaza la seguridad» del sistema de transporte e infraestructura y la seguridad nacional estadounidenses.
Es por ello que Trump, «en interés de Estados Unidos», ha ordenado «restringir y suspender la entrada» de todas aquellas personas que «estuvieron físicamente presentes en Brasil» durante los 14 días anteriores a su intención de entrada en territorio estadounidense.
No obstante, Trump ha destacado que esta decisión no afectará a los «libres flujos comerciales entre Estados Unidos y Brasil», ya que «siguen siendo una prioridad» para el Gobierno de Washington.
Esta medida ya había sido adelantada horas antes por el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, quien explicó ante la cadena CBS que la situación actual de Brasil hacia «necesaria» esta prohibición «para proteger a la población estadounidense».
El último recuento de la Universidad Johns Hopkins eleva a más de 347.000 los casos confirmados en Brasil, mientras que Rusia está en tercer lugar con 344.000 contagiados. Estados Unidos tiene más de 1,6 millones. O’Brien ha anunciado además el envío de respiradores a Brasil y también a Rusia.
En enero, antes de que el coronavirus comenzara a extenderse rápidamente por Estados Unidos, el presidente Trump prohibió la entrada desde China, origen de la pandemia. A principios de marzo se prohibió el viaje desde Europa tras el brote en el Viejo Continente e Irán.