El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha ordenado que las Fuerzas Armadas se encarguen «de manera extraordinaria» y durante un máximo de cinco años de tareas de seguridad ciudadana hasta que la Guardia Nacional esté plenamente capacitada para ocuparse de esta labor.
«Se ordena a la Fuerza Armada participar de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada subordinada y complementaria con la Guardia Nacional en las funciones de seguridad pública a cargo de ésta última», reza el decreto ejecutivo publicado en el Diario Oficial de la Federación.
La Fuerza Armada se encargará de esta tarea «durante el tiempo en que dicha institución policial desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial, sin que dicha participación exceda de cinco años».
López Obrador ha recordado que cuando creó la Guardia Nacional ya se contempló que «durante los cinco años siguientes, y en tanto desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial», se podría disponer de la Fuerza Armada «en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria».
Además, ha recalcado que, en esta nueva función, «la Fuerza Armada se regirá en todo momento por la estricta observancia y respeto a los Derechos Humanos (…) y observará la Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza y demás ordenamientos en la materia».
A su llegada al cargo, en diciembre de 2018, López Obrador prometió pacificar el país mediante una estrategia basada en desmilitarizar la lucha contra el crimen organizado, amnistías a sicarios y ‘narcos’ de bajo rango y políticas sociales que brinden oportunidades a las nuevas generaciones.
La Guardia Nacional es el eje de su política de seguridad, pero desde que se creó, en julio de 2019, se ha dedicado prácticamente por completo a vigilar las fronteras por virtud del acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos. Así las cosas, en 2019 la nación azteca batió récord de homicidios, con 35.588.
