El nuevo arzobispo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, ha pedido al Ejército de Liberación Nacional (ELN) que mantenga la tregua unilateral declarada para el mes de abril, después de que la guerrilla haya anunciado su intención de reanudar los combates.
«No vale la pena seguir enfrentándonos», ha dicho el líder religioso en un Facebook Live con la emisora colombiana Blu Radio.
Rueda Aparicio ha esgrimido que es un paso necesario para avanzar hacia la reanudación del diálogo de paz que comenzó en 2017 y se rompió en 2019 por un atentado perpetrado por el grupo armado contra una escuela de cadetes de Bogotá.
«Primero que amplíe, que dé otros signos de buena voluntad y del deseo de encontrar caminos de solución dialogados», ha indicado, apuntando que «el ELN tiene a su disposición dar pasos como no reclutar menores, no practicar el secuestro y no hostigar a los pueblos».
La Iglesia Católica es un actor importante en el conflicto con el ELN, no solo porque en sus orígenes la guerrilla contó con ex sacerdotes entre sus filas, sino porque ha facilitado los diálogos de paz y ha mediado para la liberación de secuestrados.
La Misión de Verificación de la ONU en Colombia también ha pedido al ELN que mantenga la tregua. «Es imprescindible mantener y consolidar condiciones que permitan la atención a las comunidades más vulnerables» ante el coronavirus, ha argumentado el jefe de misión, Carlos Ruiz Massieu.
El ELN anunció el pasado 29 de marzo una tregua unilateral que estaría vigente durante todo abril como un «gesto humanitario», en respuesta al llamamiento del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a cesar las hostilidades en todo el mundo para centrar los esfuerzos en la lucha contra el coronavirus.
El lunes, la guerrilla anunció que con abril expiraría la tregua por la posición «guerrerista» del Gobierno de Iván Duque, en el que «no ve voluntad» para volver a la mesa de negociaciones.
La Casa de Nariño ha nombrado a los ex guerrilleros ‘Francisco Galán’ y ‘Felipe Torres’ como «promotores de paz» y ha planteado al ELN retomar el diálogo de paz siempre y cuando cumpla dos condiciones previas: cesar sus actividades criminales y liberar a los secuestrados.
El ELN ha rechazado el nombramiento de los «promotores de paz», a quienes considera «funcionarios» al servicio de Duque, y se ha negado a acatar esos dos requisitos porque los interpreta como una imposición unilateral del Gobierno.