El secretario de Política Económica del Ministerio de Economía de Brasil, Adolfo Sachsida, ha cifrado, en conjunto, las medidas de política fiscal y monetaria adoptadas por el Gobierno brasileño para afrontar la crisis del coronavirus Covid-19 en una cantidad próxima al billón de reales (175.327 millones de euros).
Así, el secretario de Política Económica ha afirmado que es necesario mantener la estructura productiva del país de cara al momento en que sea posible reanudar la actividad económica, que, según sus estimaciones, será dentro de unos tres meses.
En concreto, Sachsida ha señalado que es «esencial» mantener el mercado crediticio, dar dinero a la población más vulnerable del país y mantener en funcionamiento a las empresas, ya que si estas quiebran, en el momento en el que la economía se reactive no habrá trabajo para la población.
Por otro lado, el secretario ha destacado que las medidas en materia económica para aliviar el impacto de la crisis son transitorias y que tienen una duración de entre tres y nueve meses, concentrándose únicamente en el 2020. «Si el ‘shock’ es transitorio las medidas también lo serán», ha subrayado en un encuentro virtual organizado por ‘XP Investimentos’.
Sachsida ha apuntado que, una vez pasada la crisis es necesario que el Ejecutivo vuelva a la estrategia definida en materia económica, puesto que estaba realizando algunos ajustes fiscales, además de combatir una mala asignación de recursos.
En esta línea, el Gobierno defiende el regreso a la agenda de algunas reformas como el pacto federativo, la enmienda constitucional sobre la emergencia fiscal, la independencia del Banco Central de Brasil y las diferentes reformas administrativas y fiscales.
«Si reanudamos la agenda de reformas, prepararemos a nuestro país para una base sólida. Si no la reanudamos, estaremos patinando», ha apostillado.
Por otro lado, el secretario ha negado que la Administración de Jair Bolsonaro esté actuando a destiempo en la gestión de la crisis económica derivada del coronavirus Covid-19. Así, ha asegurado que las empresas ya se están beneficiando de haber anticipado las vacaciones de trabajadores y de suspender contratos, además del cheque de 600 reales brasileños (105 euros) para los trabajadores temporales.
Sachsida también ha señalado que el Gobierno no está de acuerdo con el proyecto de ayuda financiera, aprobado en la Cámara de los Diputados, para estados, el Distrito Federal y los municipios brasileños, puesto que entiende que extenderá la desigualdad entre las regiones más ricas y las más pobres.
La economía brasileña será una de las que más sufran este año en América Latina a causa de la enfermedad, con una contracción de su PIB de hasta un 5,7%, en el marco de una de las regiones más afectadas, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
